Encrucijada con Camavinga: Kroos y Bellingham condicionan su futuro
El futbolista francés no esté contando con el protagonismo deseado
Llegó en el último suspiro del mercado veraniego de 2021 al Real Madrid en lo que supuso un gran golpe contra Nasser Al-Khelaïfi, pero la estancia de Eduardo Camavinga en el Bernabéu no está dándose de la forma tan brillante como deseaba tras dejar el Rennes. A pesar de que Florentino Pérez le sitúo desde el primer momento como una baza top de presente y, sobre todo, de futuro, el poco protagonismo con el que viene contando el francés a las órdenes de Carlo Ancelotti está cerca de precipitar su salida del club en 2023, algo que podría tildarse de pérdida muy dolorosa para el proyecto merengue.
Y es que, para que esto pueda llegar a producirse, hay dos futbolistas que tendrán suma incidencia en el devenir de Camavinga: Toni Kroos y Jude Bellingham.
Las prestaciones del alemán durante la temporada presente a la llegada del galo a Madrid dejaron mucho que desear y, entre otros motivos, Florentino aumentó su interés en el jugador de 20 años a sabiendas de que el nivel de Kroos podría decaer progresivamente. No obstante, sus brillantes actuaciones en la campaña anterior y en los primeros meses de la presente han dificultado mucho la entrada en escena de un Camavinga que, por culpa del teutón, no ha podido hacerse con un hueco en el ‘11’.
Pero ojo, la posible renovación de Kroos hasta 2024 no es el único factor que marcará el futuro del francés. Para nadie es un secreto que Jude Bellingham es el golpe millonario que tiene entre ceja y ceja Florentino y cerrar este bombazo significaría romper de forma definitiva la ilusión del pupilo de Didier Deschamps: con Tchouameni, Bellingham y Fede Valverde en la plantilla, tres jugadores con mucha carrera por delante, vería casi imposibles sus opciones de dar un paso adelante.
De ahí que tanto la posible extensión de contrato de Kroos, el cual termina el 30 de junio de 2023, y el fichaje de Bellingham sean los dos motivos de primera magnitud por los que Eduardo Camavinga podría dejar Madrid tan solo dos años después de aterrizar en Concha Espina generando suma ilusión.