Era el futuro del Barça como Lamine Yamal y Gavi, pero decepciona al culé tras echar a Jordi Alba

Una de las mejores notas positivas de la pasada temporada en el Barça, fue la tremenda irrupción de Alejandro Balde en el primer equipo de Xavi. El lateral zurdo formado en la cantera culé, llegó como un huracán para sentar, a las primeras de cambio, a un Jordi Alba que nada pudo hacer con un talentazo que llegó, prácticamente de la nada y que prometía tanto como Gavi o Lamine Yamal. Sin embargo, tras una primera campaña espectacular, su rendimiento ha caído en picado en su segundo año como jugador del primer equipo. 

Sin chispa ni en ataque ni en defensa

Si por algo destacó Balde en su primer año como jugador del primer equipo, fue su gran capacidad para hacer suya la banda izquierda y convertirse en una pesadilla para los extremos rivales, que sufrían tanto en fase ofensiva como defensiva. Y es que, mientras que el año pasado, vimos a un Balde genial con 7 asistencias y 1 tanto en toda la temporada, en esta campaña, solamente suma un pase de gol, clara demostración de que no está tan fino ni cuenta con la misma confianza como para decidir bien a la hora de dar ese centro que antes era muy bueno y que ahora no preocupa a nadie.

Por otro lado, en defensa, la regresión también da mucho que pensar. Nadie esperaba que Balde fuera un lateral defensivo como Ferland Mendy o el mismo Koundé (Jordi Alba nunca fue un gran defensor). Sin embargo, con una potencia física al alcance de unos pocos privilegiados, el canterano era una máquina a la hora de ganar duelos individuales, aspecto en el que ahora hace lo contrario, pierde y pierde unos duelos que debería ser capaz de ganar, mermando así la seguridad defensiva de un equipo que se había acostumbrado a tener a una bala en la izquierda.

Así pues, muy malas noticias para Alejandro Balde y para todos los culés. Y es que, tras ver el gran rendimiento de Koundé como lateral diestro y con la inminente vuelta de Cancelo, los minutos del canterano como titular están en serios aprietos, pues su nulo rendimiento complica mucho que Xavi sea capaz de confiar en él como lo hizo el año pasado al ponerlo por delante de Jordi Alba.