Es el héroe de su equipo pero un villano para la afición

El jugador confiesa que llega llorando a casa por las críticas constantes de sus aficionados

Es el héroe de su equipo pero un villano para la afición

No siempre es fácil ni sencillo ser jugador de fútbol profesional. En muchas ocasiones la presión puede con los futbolistas. Las opiniones externas influyen y los futbolistas, aunque sean de Primera División, están siempre atentos a esos mensajes. Muchos pasan, otros son más activos, como es el caso de Iker Casillas, y no dudan en responder a sus “haters”. Ayer en la Copa del Rey hemos descubierto un caso de un jugador que fue un héroe en su partido pero que es tratado como un villano para su afición.

El Athletic pasaba en la tanda de penaltis frente al Elche tras empatar a 1 el partido. Una tanda de penaltis que estuvo a punto de perder el equipo de Primera División… si no llega a ser por Iago Herrerín. El portero vasco paró hasta tres lanzamientos al equipo ilicitano. Remontó los dos goles de desventaja que tenían a falta de los dos últimos lanzamientos.

Todo fueron alabanzas para él. Hubo polémica eso sí, pues en algún lanzamiento pareció adelantarse. Aunque con la nueva norma no se permite, es el Var generalmente quién entra a debatir si es valida o no la parada. Los árbitros, pese a estar delante del portero, parecen no querer mojorse. Ayer no había VAR… con lo que ningún penalti se repitió por este motivo.

Iago salía a rueda de prensa y expresaba su felicidad… y su tristeza. En redes sociales parte de la afición del Athletic le acosa. “He ido a casa muchos días llorando. Yo estoy trabajando bien pero no sé porque hacen esto. El equipo sabe que lo estoy pasando mal y por eso han venido todos a abrazarme”.

Nunca un jugador lo había expresado tan claro. Pero queda demostrado que no son de piedra, que leen los comentarios y que están al tanto de todo lo que se dicen sobre ellos en las redes sociales, ya sea Twitter o Instagram. Quizás ha llegado el momento de relajarse.
Iago Herrerín fue héroe, pero él se siente villano. Es duro.