Por esta situación del Atleti-Barça se va y Ernesto Valverde alucina
Ojo a la bomba que le estalla al entrenador
Para el Barça lo importante de este trascendental fin de semana pasado fue que consiguió una victoria de prestigio, mérito y valor en su idea de reafirmar su dominio sobre la liga española venciendo en el Wanda Metropolitano (0-1), asestando una puñalada tremenda a uno de sus dos (teóricos, porque el Sevilla también está en la pomada) rivales al título de Liga, como es el Atlético de Madrid, y afrontando el tramo final del campeonato hasta el parón navideño, pese a las tumultuosas advertencias que han surgido por el camino, en lo alto de la tabla tanto de su grupo de la Liga de Campeones como en el campeonato doméstico.
Los líos por Neymar, Ousmane Dembelé, los choques entre las vacas sagradas del vestuario y la directiva, las derrotas ligueras, las dudas (que sigue dejando)… todo queda atrás y se reduce al partido del Camp Nou ante el Madrid, su otro gran adversario al título, que este año sí le aguanta el pulso y le pondrá a prueba en el choque del 18 de diciembre. Si los de Ernesto Valverde vencen a su eterno rival, serán campeones de invierno y reafirmarán su posición de preponderancia, finiquitando las dudas. ¿O no?
No tanto, porque el Barça tiene varios frentes internos abiertos y tienen que ver con el mercado de fichajes. El primero es Ivan Rakitic, que pese a la titularidad en el Wanda no las tiene todas consigo y busca una salida; otro es Arturo Vidal, que no encajó bien la suplencia de ayer y cree que no cuenta para el míster como merece. El chileno creía que podía ser él el sustituto de Sergio Busquets, sin embargo solo jugó en el tramo final.
Si a eso añadimos la obligada salida de Carles Aleñá y la lesión, una más, de Ousmane Dembelé, el Barça sí tiene problemas. Aunque es el del chileno el que más ha sorprendido a un txingurri que no creía verse salpicados desde ese flanco. Sin embargo el latinoamericano le ha sido claro: dime si cuento o me voy en enero.
No le faltan ofertas y el Rey Arturo se lo empieza a pensar. De hecho su entorno ha comenzado a negociar con la Premier League, concretamente con el Manchester United, para un posible traspaso, incluso reduciendo su sueldo. El Barça debe tomar una decisión, pero Valverde no puede garantizar la titularidad, que es lo que desean, ni al croata ni al sudamericano. Y eso es un problema, más allá del Madrid.