¡Este es el as en la manga de Joan Laporta! El bombazo para el Barça

Joan Laporta y Víctor Font no parecían estar muy de acuerdo con el nombramiento de Ronald Koeman como entrenador del Barça. Porque creen que no aporta nada diferente, y que no es el técnico que necesitan para dar el salto de nivel que tanto ansían. Por eso, ambos, en su candidatura como nuevos presidentes, apuestan, o apostaban, por un cambio en el banquillo. Porque son los dos grandes favoritos para suceder a Josep María Bartomeu en el cargo.

El segundo decía tener todo acordado con Xavi Hernández, una persona que genera gran ilusión y consenso en el vestuario y en la grada. Porque conoce la casa mejor que nadie, después de pasar muchos años siendo futbolista, y siendo pieza clave en la mejor etapa del cuadro azulgrana. Llegó a ser capitán, tras la retirada de Carles Puyol, y, pese a su inexperiencia como técnico, solo lleva un año dirigiendo en Catar, nadie duda de que llegará a ser de los mejores.

No obstante, viendo el buen comienzo del preparador holandés, Font se ha echado para atrás, y ahora recula en su idea de despedirle. En sus últimas declaraciones, ha asegurado que ya no ve con tan malos ojos seguir apostando por él, si los resultados acompañan y las sensaciones son buenas. Pero Laporta no piensa lo mismo, y sigue empeñado en hacer un cambio en todos los organigramas y los puestos del club culé. Entre ellos, el de entrenador.

Porque está en conversaciones constantes con Pep Guardiola, con el que tiene una gran relación. Cabe recordar que fue él el que apostó por el de Santpedor en su momento, en 2008, cuando dirigía al filial y nadie confiaba en su labor. Y es que el equipo estaba en crisis, y atravesaba un momento difícil. Una decisión que cambió la historia del Barça y del futbol mundial, ya que nunca más se ha visto un equipo tan ganador y que practicara un futbol tan alegre.

El que fuera internacional español todavía tiene contrato en el Manchester City, pero es duramente criticado por la prensa, y asegura que, casi cinco años después de su aterrizaje, le ha llegado el momento de salir.

Porque los resultados no son los esperados.