Florentino, arrepentido: Di María evidencia el peor error del Madrid

La gestión de fichajes y ventas realizada por Florentino Pérez en las dos etapas en las que este ha encabezado el Real Madrid bien se puede tildar como brillante, pero el presidente también cuenta con puntos negros en este apartado dado que algunos jugadores salieron del club por la puerta de atrás despidiéndose así de sus opciones de triunfar como efectivos blancos: Ángel Di María, el gran ejemplo de esto.

La final del Mundial realizada por el jugador argentino fue excelsa y, aunque su salida del Real Madrid se dio en 2014, sus prestaciones desde ese año han sido muy destacadas. Es cierto que en el Manchester United, club al que fue a parar tras dejar la capital española a cambio de 75 millones, no tuvo la mejor de las suertes, pero el PSG le acogió en un momento clave de su carrera y el futbolista de 34 años no ha hecho otra cosa que evidenciar el gran error que cometió Florentino dejándole escapar.

Es cierto que la venta de Di María dejó en las arcas merengues una suculenta cifra -la citada- con la que Florentino pudo cerrar el fichaje de otro jugador de renombre como James Rodríguez. El rendimiento del cafetero fue extraordinario durante su primer curso en Madrid, pero pronto su irregularidad comenzó a pasarle factura y el tiempo se ha encargado de colocar a cada uno en su lugar: mientras el argentino se corona como campeón en Qatar, el colombiano está viviendo un descafeinado paso por el Olympiakos.

Volviendo a centrar la atención en el argentino, ganar el Mundial significa el colofón a una trayectoria excepcional en la que el actual futbolista de la Juventus puede presumir de haber ganado seis títulos ligueros (uno de ellos durante su estancia en España), la Supercopa de Europa, la Champions League y la Copa América, amén de otros de menor importancia.

Es más, en una era de continuos cambios en París en la que futbolistas como Neymar, Mbappé, Ibrahimovic o Cavani han pasado por las filas del club, Di María ha logrado ser indiscutible en el proyecto encabezado por Al-Khelaïfi y, asimismo, muy importante para todos los entrenadores que han pasado por el conjunto capitalino desde que se vinculó al club el 6 de agosto de 2015.

Si ya sus innumerables logros desde que dejó el Real Madrid pusieron en evidencia a Florentino, quien no hizo todo lo posible para retener al crack rosarino, la conquista el Mundial supone el punto álgido de esta cadena de éxitos, éxitos que invitan a pensar que el conjunto blanco podría haber contado con uno de los mejores jugadores del mundo durante mucho más tiempo.