Florentino asume su fracaso y el Madrid teje su futuro para la 21/22
La gestión del presidente no ha sido nada prolífero en los últimos años
Administrar las arcas de un club de primer nivel como el Real Madrid y dejar satisfechos a entrenador y aficionados con la composición de la plantilla nunca resulta fácil. En esa brecha ese encuentra actualmente Florentino Pérez que, tras un verano sin refuerzos en el conjunto blanco, está siendo más cuestionado que nunca.
A pesar de que es una leyenda en el Real Madrid, el proyecto de la cubierta retráctil del Santiago Bernabéu está dinamitando sus opciones de continuar como mandatario las próximas temporadas. El equipo arrastra una época en la que la plantilla ha perdido fuelle y, pese a que llegan jugadores jóvenes al club que tienen un futuro muy prometedor, a corto plazo los resultados y las sensaciones del equipo se han desvanecido.
Este periodo de traspasos que ha finalizado recientemente ha puesto en jaque al presidente blanco, que no ha satisfecho las peticiones de Zinedine Zidane en la composición de la plantilla. El técnico galo precisaba la incorporación urgente de un recambio de garantías para Carlos Henrique Casemiro y la incorporación de un delantero goleador que complementase las labores de Karim Benzema, por no hablar de los jugadores que han sido descartados por el técnico galo y tampoco han visto la puerta de salida.
Florentino siempre ha sido reconocido como el magnate de los galácticos en territorio merengue. Suyos fueron los fichajes de David Beckham, Luis Figo, Zinedine Zidane, Ronaldo Nazário, Kaká, Karim Benzema o el mismísimo Cristiano Ronaldo, pero la realidad es que hoy en día no está gestionando correctamente los intereses que requiere el club y se encuentra en el momento más crítico desde su estancia en Madrid.
A pesar de que no ha invertido millones en fichajes en este verano, en el postrero tiró la casa por la ventana para hacerse con los servicios de Eden Hazard, unas de las estrellas mundiales más anheladas por la afición madridista. Su rendimiento está siendo muy decepcionante y, lastrado por las continuas lesiones, todavía no ha hecho méritos que equilibren los 160 millones que pagó el presidente por él.
Al Real Madrid, ante falta de refuerzos, sólo le queda remar con lo que tiene, que poco no es, pero que dista mucho de otras épocas donde el club era favorito a todo a comienzos de la temporada, algo que no ocurre con la misma preminencia en los últimos años, sobre todo desde que se marchó CR7 a la Juventus en 2018. No obstante, la próxima temporada puede suponer uno de los veranos más eficaces del Real Madrid en cuanto a fichajes si finalmente el presidente cierra las llegadas de sus deseos más anhelados, Kylian Mbappé, Erling Haaland y Eduardo Camavinga, en una macrooperación que podría conllevarle 300 millones de euros.