Florentino es claro con el Rennes y quiere a Camavinga en Valdebebas ya

¡El francés puede seguir los pasos de Mbappè!

Florentino es claro con el Rennes y quiere a Camavinga en Valdebebas ya

Eduardo Camavinga ha ido subiendo enteros y de repente se ha colocado como objetivo número uno del Real Madrid. Si hay un fichaje el año que viene, parece ser que el elegido por todos es el joven centrocampista del Rennes. Zidane, Florentino, la dirección deportiva, todos están de acuerdo con la opinión que los informes que maneja el club dejan claro, será uno de los mejores centrocampistas del mundo en un futuro próximo.

Florentino quiere que Camavinga venga a España una vez acabe el Estado de Alarma para conocer las instalaciones del Real Madrid y que esto ayude a su decisión. El joven jugador tiene más ofertas aparte de la blanca. El Chelsea y el Manchester City han presentado una propuesta al futuro internacional francés. Aunque él quería ser entrenado por Zidane… las propuestas son más que interesantes.

La idea del Real Madrid es que Camavinga quede prendado de las instalaciones en Valdebebas y que esto ayude para poder firmarle. Una táctica que el club ya uso con Kylian Mbappè. Aunque en el caso de la estrella del PSG no firmó con el club blanco porque la dirección deportiva no llegó a un acuerdo con el agente del, por entonces, adolescente jugador.

Camavinga puede ser la revelación de la próxima Liga si el Madrid consigue cerrarle este verano, aunque la opción sigue siendo la misma. Ficharle ahora, pagar después y que el jugador se quede, al menos, un año cedido en su club de origen, el Rennes.

El club francés no ve con malos ojos que su jugador visite Madrid cuando se pueda para poder ver las instalaciones del club y que conozca personalmente a Zidane y a alguno de sus futuros compañeros. Todo lo que sea que el club cierre un traspaso histórico les viene bien. Pueden sacar por la venta unos 80 millones de euros. Una barbaridad.

Cuando las cosas se hacen bien y las canteras funcionan los equipos suelen sacar un rédito económico brutal. El Rennes es uno de los claros ejemplos.