Florentino le dice adiós tras 13 años de fuerte relación. Fin de ciclo
El Madrid, muy agradecido, pero también liberado por fin de su control
Parece mentira pero es ya una realidad. Tras la salida de James Rodríguez rumbo al Everton inglés (ha sido presentado esta misma semana) deja de haber en la primera plantilla blanca, por primera vez en 13 largos años, jugadores que sean representados por el super agente Jorge Mendes. Para las oficinas del Bernabéu es una auténtica alegría.
Todo comenzó con la llegada, en aquel lejano ya 2007, del defensa central Pepe. Desde entonces, han sido varios los futbolistas que, bajo la tutela del portugués Jorge Mendes, han desfilado por Valdebebas y el Santiago Bernabéu. La época más intensa fue durante la etapa de Jose Mourinho en el Real Madrid, cuando se dio una mayor concentración de jugadores lusos y cuando Jorge Mendes tenía prácticamente un despacho en las oficinas del Santiago Bernabéu.
Pepe, Cristiano, el propio Mourinho, Di Maria, Carvalho, Fabinho y James Rodríguez han sido los afortunados. Durante esos años, el Real Madrid ha movido la friolera de 484 millones de euros en las adquisiciones de todos ellos. El más caro, el icónico Cristiano Ronaldo con los casi 100 millones que el Madrid pagó al Manchester United por él en 2009.
Es cierto que el dinero invertido en jugadores de Jorge Mendes (298 kilos) es mayor que el ingresado por las ventas de los mismos, (186 millones) pero Florentino Pérez es muy consciente de que gran parte de los títulos conseguidos durante la segunda década del siglo XXI han sido gracias a estos futbolistas, por lo que la balanza se equilibra a favor de Mendes y sus chicos.
Entonces, ¿por qué siente alivio Florentino? El presidente blanco no es amigo de los grandes agentes ya que estos, gracias al poder que concentran en sus manos, tienen más capacidad para ejercer presión durante las negociaciones y una vez has dejado entrar a sus representados en el club, es muy difícil hacerles salir.
Por todo ello, Florentino le ha dado las gracias a Mendes por los servicios prestados mientras, al mismo tiempo y de puertas hacia dentro, respiraba tranquilo y aliviado por la paz que supone no tener al portugués con una de las llaves del club.