Florentino Pérez lo vio antes que nadie: su fichaje era una obligación

En el Real Madrid cualquier decisión tomada, por nimia que sea, es evaluada y analizada por miles y miles de personas, millones para ser más correcto. Y si esto sucede con las cosas más simples del día a día, como no va a ocurrir con las decisiones más drásticas y controvertidas, como son los fichajes y las salidas de jugadores de la primera plantilla.

A todo esto se une que hay ocasiones en las que un jugador llega a un equipo para cubrir una posición que aparentemente está bien cubierta. Entonces la crítica es mucho más elevada, pues gran parte de la afición entiende el fichaje como innecesario en el mejor de los casos. Esto es lo que le sucedió a Thibaut Courtois cuando en el verano de 2018 fichó por el Real Madrid procedente del Chelsea.

En aquel momento el Madrid, a través de su presidente, vio una gran oportunidad de hacerse con uno de los mejores porteros del panorama europeo a un coste más que asumible, 35 millones de euros. En aquel tiempo el Madrid tenía en caja o pendiente de ingresar los 100 millones que la Juve pagó por Cristiano, por lo que no había problema para afrontar aquella compra.

¿El problema para muchos? Pues resultó que en el Madrid estaba ya un Keylor Navas que había logrado tres Champions consecutivas con los blancos como portero titular y que para una parte importante de la afición tenía el nivel suficiente para ser el guardameta titular durante más años con los blancos. Pero Florentino decidió apostar por Courtois, al que costó adaptarse a su nuevo equipo en los primeros compases.

Pero, tras una primera temporada más floja y un comienzo irregular de la segunda, Courtois se asentó en la portería blanca hasta alcanzar un nivel excelso, tanto que le ha llevado a ser actualmente el portero con mayor valor de mercado, 65 millones de euros, tan solo igualado por, curiosamente, el suplente de Keylor Navas en el Paris Saint-Germain, Gianluigi Donnarumma.

Courtois, a sus 29 años, está en el mejor momento de su carrera y será el Madrid quien lo disfrutará hasta el 2026, cuando finaliza su actual contrato. Florentino lo supo ver antes que nadie y ahora ya nadie discute la operación que trajo al belga a Madrid hace casi 4 años.