¡Florentino Pérez muy enfadado con la plantilla! Hay problemas
Zinedine Zidane tendrá que intervenir
Florentino Pérez ha pedido a los jugadores del Real Madrid que hagan un esfuerzo por el bien del club. Porque económicamente, como todos, están muy resentidos, debido al enorme impacto que ha tenido el coronavirus, que ha afectado, en mayor o en menor medida, a absolutamente todos los clubes. Y es que el jugar a puerta cerrada implica una pérdida de ingresos muy importante, calculada en muchos millones de euros.
Algunos expertos cifran esa cantidad en unos 190 millones de euros, casi el 25% del presupuesto anual de la escuadra blanca. Con razón han decidido no fichar a nadie, y, en su lugar, han apostado por dar salida a diversos jugadores. Es el caso de Achraf Hakimi, vendido al Inter de Milán de Antonio Conte, Gareth Bale y Sergio Reguilón, ahora en el Tottenham Hotspur de José Mourinho, James Rodríguez, que se ha ido libre al Everton de Carlo Ancelotti…
Pero parece que todavía no es suficiente. Y el presidente le habría transmitido a Zinedine Zidane que, tanto el cuerpo técnico, como la plantilla al completo, debería de aceptar una rebaja considerable en sus emolumentos. Concretamente, un 20%, que no es poca cosa, y que ya aceptaron durante el confinamiento, es decir, unos tres meses. Pero ahora, de manera sorprendente, se han negado, ya que lo consideran excesivo, y no están dispuestos a hacer un esfuerzo tan importante.
Creen que con las ventas que han hecho hay más que de sobra para resistir, y, en caso de tener que rebajarse el sueldo, lo harán, pero un porcentaje bastante más pequeño. Una cosa que no ha sentado nada bien a Florentino, como es de esperar, que tiene un enfado tremendo con todos los jugadores del Madrid. Y es que esperaba que fueran bastante más solidarios, y que entendieran que es por el bien de la entidad, no por el bien personal de nadie.
Hay tensión y la cosa pinta realmente mal para los intereses de Pérez. Aunque confía en que tarde o temprano entren en razón, y acepten que lo más sensato es hacer caso a sus exigencias.
Por más que ahora se vean desmesuradas.