Florentino Pérez no lo ve claro: el fichaje que Zidane sigue pidiendo

Eduardo Camavinga ha perdido muchos enteros en la agenda del Real Madrid, viendo su desempeño en estas últimas semanas. Zinedine Zidane lo quería a toda costa, e intentaron conseguir su firma este pasado verano, pero se toparon con la negativa del Stade Rennais, que no quería deshacerse de él. Y menos, en esta campaña en la que aspiran a volver a repetir lo logrado en la anterior, en la que acabaron entre los tres primeros de la Ligue 1.

Algo que les permitió disputar la fase de grupos de la Champions League, donde han hecho el ridículo. Y en esa competición, el jugador de apenas 18 años esperaba que le sirviera de escaparate, y que llamara la atención de los mejores clubes. Pero estuvo decepcionante, igual que el resto de sus compañeros, y pasó claramente inadvertido. Y su temporada en general está siendo realmente mala, pues se ha mostrado lejos de su mejor nivel, y por debajo de las expectativas.

Didier Deschamps tiene plena confianza en sus cualidades, y le hizo debutar en la selección francesa absoluta en cuanto tuvo la posibilidad. Pero ya le ha advertido que, en caso de no mejorar notablemente sus prestaciones, tiene muy complicado acudir a la Eurocopa, que se disputa este verano, pues hay una gran competencia. En su equipo, también están bastante decepcionados, e incluso meditan dejarle ir este mismo mes de enero, pues no quieren que se devalúe.

Una oportunidad para verle en el Santiago Bernabéu, pero ahora tienen un problema de última hora. Florentino Pérez tiene serias dudas de si es una buena opción, y considera demasiado arriesgado apostar por un chaval tan joven y sin experiencia, que ha entrado en una dinámica negativa. Considera que le dieron demasiado bombo y le sobrevaloraron en exceso, y los 55 millones de euros que reclamaban se le quedan grandes. Y no poco.

A parte, su nuevo representante, Jonathan Barnett, no pondrá las cosas fáciles. Porque es el mismo agente que tiene Gareth Bale, y en el Madrid saben de primera mano como se las gasta. Su relación, por culpa del galés, no es demasiado buena.

Camavinga está en la cuerda floja.