Florentino Pérez no quiere hablar de ello: llamada a Messi
En el Barça no saben nada todavía
Florentino Pérez se niega a pronunciarse respecto a lo que sucede con Leo Messi. Pero, obviamente, está informado de toda la actualidad, y, tenía constancia desde antes del anuncio oficial, de que quería irse del Barça. Como todos, espera nuevos acontecimientos, mientras no puede evitar dibujar una sonrisa en su rostro, al ver la decadencia de su eterno rival.
Eso si, no quiere relajarse, y que eso afecte en la planificación del Real Madrid. Sigue trabajando como si no pasara nada, y tratando de hacer oídos sordos a las noticias que le llegan. Aunque, como informan varias fuentes, el máximo mandatario del cuadro blanco no tuvo reparos en acercarse al entorno del astro argentino, y preguntar acerca de su disponibilidad.
Porque, en caso de que se marchara gratis del Camp Nou, algo que parece muy probable, estaría interesado en acogerle en sus filas. Y si hay una entidad que puede asumir el coste que supone tener al mejor futbolista del planeta en sus filas, ese es el 13 veces campeón de la Champions League. Sin duda, asestaría un golpe letal, y marcaría un antes y un después en la historia del futbol.
Lo de Luis Figo, al lado de Messi, sería un cuento de niños. Sin embargo, parece que al ‘10’ solo le seduce la idea de marcharse al Manchester City, junto a Pep Guardiola y Sergio ‘el Kun’ Agüero. Además, que quiera irse del Barça no significa que no esté eternamente agradecido por todo lo que han hecho por él, y por los grandes momentos que ha vivido allí.
Y sabe que, si su adiós ya está siendo muy difícil de digerir para la afición, su traspaso al Madrid provocaría una guerra civil. Pero Florentino no ha tenido problema en, ni que sea, tantear la situación, y probar suerte. Porque nunca se sabe, y peores cosas se habrán visto. No la ha habido.
El destino de Leo, pues, parece más que decidido a tomar un vuelo a Inglaterra, para conocer una nueva cultura. Allí, le acompañará su mujer, Antonella Rocuzzo, y sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro. Un reto apasionante.