Florentino Pérez presiona para que se queden estos dos futbolistas

El verano también es etapa de reválidas, y varios jugadores aprovechan la pretemporada para conseguir convencer a sus entrenadores. Y, en el Real Madrid, hay un caso evidente de ello, que viene siendo Andriy Lunin. El guardameta se ha beneficiado de la ausencia del titular, Thibaut Courtois, que todavía sigue de vacaciones, para jugar en los amistosos. Y ha dejado muy buen sabor de boca, dejando varias paradas de mérito.

Sin ir más lejos, frente al Glasgow Rangers de Steven Gerrard, fue el mejor de su equipo, y, de no ser por él, se hubieran llevado una goleada. Ha demostrado que tiene muy buenas condiciones, y que, si le dan confianza, puede llegar a ser uno de los mejores del planeta. Parecía sentenciado por Carlo Ancelotti, y se hablaba de una venta, o una nueva cesión, para traer a otro arquero de más experiencia, y que ofrezca mayores garantías.

Pero Florentino Pérez ha paralizado la fuga del internacional ucraniano, que, en su día, fue una apuesta personal suya, pagando casi 10 millones de euros al Zorya Luhansk. Espera que tenga una nueva oportunidad, ya que, con Zinedine Zidane, solo disputó un partido oficial, y fue el del Alcoyano. Ese fatídico día en el que un modesto conjunto de Segunda División B hizo historia, y les eliminó de la Copa del Rey a las primeras de cambio, con un tanto en la prórroga.

Junto a Lunin, el presidente también ha pedido que Takefusa Kubo se quede en el Santiago Bernabéu. En los Juegos Olímpicos está dejando grandes sensaciones, siendo la gran estrella de su selección, Japón, que es la anfitriona del torneo. Tal ha sido su impacto, que de nuevo han vuelto a recibir un gran número de ofertas, como de la Real Sociedad. En su caso, el problema es que no hay plazas suficientes para los extracomunitarios.

Solo se permiten tres, y las ocupan Eder Militao, que es fijo, Rodrygo Goes y Vinicius Junior. Para colmo, se ha sumado un Gareth Bale que ha regresado de su cesión al Tottenham Hotspur, y que es extranjero tras el ‘Brexit’.

‘Take’ lo tiene más difícil.