Florentino Pérez rompe LaLiga: dos jóvenes y unos 66 millones de euros

Sus incorporaciones levantaron tantas expectativas como decepciones están acumulando en el Real Madrid de Zinedine Zidane, sin embargo entre los dos apenas sí acumulan 44 años de edad y una proyección enorme. También un coste para el Madrid que, si bien es muy dispar entre ellos, es gigante: 66 millones de euros. Florentino Pérez fue el que apostó por ambos y ahora regresan al grupo cuando mejor está el Madrid; así que ya se sabe, siempre es más fácil rendir cuando la inercia es positiva.

Por eso muchos aficionados merengues cuando han visto que Luka Jovic y Martin Odegaard se incorporaban a los entrenamientos con normalidad junto al gran deseado, Eden Hazard, se han hecho la misma pregunta, ¿será esta vez la de la explosión definitiva de los dos jóvenes talentos del Madrid? En el noruego se confía más por sus precedentes en la Real Sociedad, donde fue una de las revelaciones de la pasada temporada, y por pinceladas en esta campaña, donde ha sido titular en cuatro partidos. De Jovic aún no hay noticias.

De hecho del serbio llegan rumores de la Premier League acerca de un interés del Wolverhampton de cara al mes de enero (los wolves perdieron por baja indefinida a Raúl Jiménez, su delantero centro) que podría sacarle definitivamente del Real Madrid, en cuyo caso dejaría un malísimo poso entre la hinchada merengue. Sea como fuere, ambos están ya disponibles para Zizou, que les puede incluir en la convocatoria de cara al choque trascendental en Ipurua, ante el Eibar.

De esta forma esos 66 millones (60 por el serbio y unos 6 por el noruego) se ponen una vez más sobre el tapete verde para ser evaluados por un Real Madrid que sigue esperando grandes cosas de sendos futbolistas. Como decimos, no olvidemos que Odegaard fue de lo mejorcito de la Real Sociedad de Imanol Alguacil la temporada pasada, mientras que el punta balcánico fue la relevación de la Bundesliga con el Eintrach de Frankfurt. Así, con esta nueva oportunidad de brillar para ambos, en Madrid se frotan las manos, creen que puede ser la definitiva.