Florentino Pérez toma una decisión drástica con un galáctico

Pau Torres estaba en la agenda del Real Madrid y era una de las opciones que más gustaban a Florentino Pérez para apuntalar la zaga. Sin duda, tiene nivel más que de sobra para ser de ayuda, y una experiencia importante, pues en estas dos temporadas que lleva en la élite lo ha jugado absolutamente todo. En La Liga Santander ya es de los mejores defensores, y esta campaña también ha podido jugar la Europa League, donde el Villarreal se enfrentará al Dinamo de Kiev en octavos de final.

Los de Unai Emery son uno de los favoritos a ganar la competición, y esperan no defraudar como lo hicieron en la Copa del Rey. En ese torneo también tenían serias opciones de ganar, pero fueron eliminados por el Levante en la prórroga. Y en la competición de la regularidad, también se han deshinchado bastante, pues ahora mismo ocupan la séptima plaza, por detrás del Real Betis Balompié de Manuel Pellegrini, que es sexto.

A sus 24 años, tiene un liderazgo y una personalidad increíbles, y ha aprendido mucho jugando al lado de Raúl Albiol, curtido en mil batallas. Y no solo se ha erigido en intocable en El Estadio de la Cerámica, también en la selección española, donde es un fijo para Luis Enrique. De hecho, es el gran candidato a ser el compañero de Sergio Ramos en la retaguardia, ya que es el que tiene más papeletas para ser titular en la Eurocopa, por delante de Íñigo Martínez o Mario Hermoso, entre otros.

En el Santiago Bernabéu, además, también podía convertirse en el sustituto del sevillano, que acaba contrato en junio. Los informes que tienen del canterano ‘groguet’, que tuvo que superar una cesión en el Málaga antes de consolidarse, son inmejorables, y recomiendan que es la mejor opción. Con David Alaba ya cerrado, desde el Bayern de Múnich, el siguiente objetivo era Torres, pero ahora ha sido descartado por completo. ¿El motivo? Puramente económico.

El Villarreal le ha puesto un precio de 65 millones de euros, su cláusula de rescisión, y no negociará por menos.  

Y en el Madrid lo consideran excesivo.