Florentino y el Ancelotti arden: primer órdago heredado de Zidane

El Real Madrid de Carlo Ancelotti no ha iniciado aún su puesta de largo y ya tiene problemas heredados de complicada solución. Indudablemente en la obra de Zidane (tanto en la primera, legendaria; como en la segunda, más mundana) hay tientes del estilo de Ancelotti, ya que fue su directo mentor en la élite, y tal vez esa sea razón suficiente para que este jugador quiera desde este preciso momento dejar las cosas claras al club blanco, para que no haya confusiones o huidas mediáticas.

Y es que el nivel excelso de Luka Modric durante la pasada campaña (y también durante la Eurocopa), el ascenso (menos regular en la campaña 20/21) de Fede Valverde o el carácter indiscutible de Toni Kroos y Carlos Henrique Casemiro no pueden ser óbices suficientes para que Martin Odegaard encuentre un rol protagonista en el Real Madrid de la temporada 21/22. De hecho, como suele decirse, el que avisa no es traidor y el noruego es taxativo al respecto.

Ya se fue del Madrid una y dos veces por buscar los minutos que creía merecía y, en la actualidad, lo volverá a hacer si considera que está obteniendo un trato desfavorable con respecto a sus compañeros antes mencionados. Sobre este asunto y pese a lo que se está vertiendo en la opinión pública en base a la incapacidad del club para fichar, Odegaard cree que el Madrid hará alguna incorporación en este mercado para el centro del campo, lo que supone más competencia, y por eso anda con la mosca detrás del oído.

Así, él no pide la titularidad por decreto (ya que sabe que tampoco se la ha ganado) pero no quiere ser considerado en menor estima solo por tener menos nombre que los otros o los que estén por llegar, se llamen estos Paul Pogba, Eduardo Camavinga o Fabián Ruiz. Así las cosas, Odegaard ya ha sentado sobre Florentino y el Real Madrid la base de su decisión: quiere igualdad y un rol igual de importante que el resto (sobre todo porque cree que puede ganarles en la disputa por la titularidad) y cualquier decisión discriminatoria que vislumbre el jugador puede volver a llevar al escandinavo a forzar su salida.