¡Fuera! Discusión merengue para la historia ¡casi 200 kilos, a la calle!

Es la atípica situación actual, con restricciones de espacio y aire fresco, la que está sacando a más de uno de sus casillas. Este hecho tampoco es ajeno a las grandes cúpulas del fútbol, como la del Madrid, quizá la más alta de todas. Y es que Florentino Pérez y Zinedine Zidane, que siempre han tenido ciertas discrepancias, suelen hablar tanto de la actual temporada como de la planificación de la que viene (que ya se echa encima), y en este hecho se ha generado una tensa discusión por una situación catalogada ya de histórica.

Y es que en casi ningún equipo del mundo, y por ende en ninguna empresa, se concibe que el empleado que más dinero cobra y que más dinero le ha costado a la empresa, en este caso Gareth Bale, siga haciendo uso de su contrato en contra de los intereses del equipo y sobre todo de los planes de Zizou. Vale que el francés tragó, como decíamos, con James y Bale en verano dadas las circunstancias, pero es que ahora el presidente le ha dicho algo al míster por lo cual no piensa pasar otra vez Zidane.

Le ha comentado que cabe la posibilidad que, debido al coronavirus y la crisis en el mercado y la economía, sea imposible colocar al galés y al colombiano (aunque James tiene muchas más papeletas y pretendientes, y tiene pinta de que su salida es más que probable) en esta época estival. Entre los dos costaron cerca de 200 millones de euros. Estas palabras han hecho entrar en cólera al míster francés, toda vez que sabe que ambos son problemáticos, no los quiere y cubren el puesto que deberían suplir algunos de los jugadores deseados por el legendario ex jugador de Les Bleus.

No, le ha dicho al presidente. No les quiero y deben irse, le ha comentado Zidane a Florentino. Las oficinas del Santiago Bernabéu se han puesto a trabajar a destajo porque se acerca la próxima ventana de fichajes y lo cierto es que ni Bale ni James están más cerca que hace nueve meses de salir. Y eso, económica y deportivamente, es un problema crucial para un Zinedine Zidane que ha sido rotundo: no pasará por ahí.