El futbol no entiende de género
El mundial femenino está siendo un éxito
Aun queda un largo camino por recorrer en lo que a igualdad de género se refiere en el mundo del futbol. Aunque se están dando pasos de gigante para que las mujeres ocupen en lugar en el mundo de futbol que merecen, las diferencias siguen siendo más que llamativas.
Hace tiempo el futbol sufre esta gran injusticia. El dinero que genera el futbol masculino en las grandes ligas europeas no está al alcance de muchos de los equipos de las competiciones del resto de los continentes. Marketing, entradas, ventas de jugadores o derechos televisivos, son algunos de los ámbitos que hacen que el sector mueva tanto capital.
Es muy común ver a niños en África, Asia o América con camisetas de Messi o Cristiano Ronaldo, sin embargo, no sucede lo mismo con los jugadores que no han jugado en algún club importante de alguna de las grandes ligas de Europa.
Algo parecido sucede con el futbol femenino. Hasta la pasada temporada, el seguimiento que se hacia en España de la Liga Iberdrola era escaso, hasta el punto de que no se consideraba una competición profesional. Y esta no era la única desventaja que tenían que sufrir las chicas. Los propios clubes se encargaban de menospreciar a sus jugadoras destinando muchos menos recursos de los que destinan para la sección masculina.
La fuerza que ha alcanzado la Liga Iberdrola la pasada campaña fue un paso importante en la lucha por la igualdad. El pasado curso, pudimos ver estadios emblemáticos como Anoeta, El Wanda Metropolitano o San Mamés vestirse de gala para recibir encuentros femeninos. Los aficionados al futbol mostraron la gran involucración que existe por parte de la sociedad para luchar contra las desigualdades.
En la actualidad se está disputando el Mundial Femenino de Futbol. Por primera vez en la historia, el campeonato se está retransmitiendo por una cadena española de manera íntegra, batiendo récords de audiencia no vistos antes hasta la fecha. Además, los datos de asistencia a los encuentros esta siendo muy positivo, lo que da lugar al optimismo.
Las semillas ya se han plantado. Ahora falta cuidar lo ya conseguido y seguir luchando porque en el futuro el deporte, y en este caso el futbol, no entienda de género.