El futbolista se la quiere jugar a Guardiola y Hazard se lo pide a Zidane

La súper estrella se debate entre salir o quedarse en el City

El futbolista se la quiere jugar a Guardiola y Hazard se lo pide a Zidane

Eden Hazard, a sus 28 años y tras superar otra operación, le ha dicho a Zinedine Zidane que tiene una ambición en mente: quiere ser el próximo Balón de Oro, si no esta temporada, en la que se ha perdido muchos partidos, sí en alguna de las venideras. El belga fichó por el club blanco para lograr los trofeos más importantes del mundo y todavía está lejos de conseguir alguno, Supercopa de España mediante. Por ello, también le ha aconsejado a Zizou sobre qué futbolista les podría ayudar a lograr las más altas cotas.

Y ese es su compatriota, amigo y compañero de selección -a la par que enemigo en la próxima eliminatoria de octavos de final de la Liga de Campeones, de la que solo queda la vuelta en el Ethiad Stadium- Kevin de Bruyne. Para Hazard, como se demostró en el partido de ida en el Santiago Bernabéu, De Bruyne es un jugador absolutamente descomunal, que maneja a la perfección los tiempos del partido, filtra pases, organiza, presiona, tiene un golpeo de pelota magistral, es capaz de desplazamientos en largo, se asocia y posee un físico portentosos.

En resumen, el 7 blanco piensa que su amigo en De Rode Duivels es uno de los mejores del mundo y siente que quiere irse del Manchester City debido a la sanción impuesta por la UEFA por la que su equipo, los skyblues de Pep Guardiola, no podrán jugar las dos próximas campañas de la máxima competición continental. Con De Bruyne, piensa Hazard, más Odegaard, el Madrid puede ser indestructible, vistoso y atrevido.

Por su parte, a Zizou el futbolista de los diablos le encanta y coincide con su estrella sobre la elección del mediocampista como uno de los futbolistas más determinantes del globo, sin embargo hay un pequeño inconveniente que impide al Madrid, que sí está interesado, acercarse al futbolista: su precio y silencio. Para que los de Concha Espina accedan a la lucha por contratarle, el jugador debería ponerse en rebeldía y manifestar su deseo de vestir de blanco. Todo puede ocurrir, asegura desde fuentes cercanas al jugador, que no se cierra ninguna puerta.