Gavi sufre con el futuro de esta leyenda del Barça: ni Pedri es tan importante como este ídolo culé
El catalán es la pieza angular de su proyecto y su futuro todavía no está cerrado
Con el mercado de fichajes de verano llegando a su fin, el Barça todavía no respira del todo tranquilo. Pese a haber estado trabajando sin parar durante los últimos dos meses, en las oficinas del Camp Nou todavía hay trabajo pendiente. En este sentido, se trata de una firma que le queda pendiente a Joan Laporta, la del contrato de renovación de un Xavi Hernández que, todavía no ha garantizado su continuidad a partir de la próxima temporada.
Prometió facilidades, pero la firma sigue enquistada
Desde hace meses, el técnico egarense aseguró que su mayor deseo era el de seguir entrenando al club de su vida, pasara lo que pasara. Sin embargo, los hechos han demostrado algo distinto. Pues, pese a que, es cierto que en verano su renovación no era algo tan urgente como los fichajes, sí que se podría haber cerrado antes. Sin embargo, eso no sucedió y no encontramos a menos de un año de que finalice el contrato del técnico catalán.
Ahora, con todo ya cerrado y con una plantilla hecha para que Xavi pueda competir, Joan Laporta ya se ha puesto manos a la obra con su entrenador para cerrar una renovación que, según Sport, está ya cerrada a la espera de que se estampen las firmas de presidente y técnico.
Pieza fundamental del proyecto culé
Desde su llegada, Xavi se convirtió en la cara visible de su proyecto, así como sucedió con los otros grandes equipos del Barça, donde la idea de su técnico brillaba por encima de los jugadores, Cruyff, Guardiola y Luis Enrique son los mejores ejemplos. En este sentido, ni Gavi, ni Pedri ni incluso Robert Lewandowski llegaron a estar por delante de Xavi en cuanto a su importancia para el proyecto.
Por otro lado, la confianza en Xavi es plena. Los hechos demuestran que desde la directiva se cree incondicionalmente en su preparador y así lo han dejado más que claro con los fichajes, los cuales han sido, en su mayoría, del gusto de un Xavi que ahora, verá como la exigencia subirá paulatinamente, a la vez que lo hace la presión y el nivel de una plantilla que, en comparación con la que se encontró en su primera temporada es infinitamente más competitiva.