Gerard Piqué o la pelea en el Barça que todos pudieron ver

La derrota del Barça en el Clásico ante el Real Madrid sirvió para muchas cosas, y ninguna buena. La primera fue para perder la segunda plaza, y alejarse un poco del líder, del Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone. Eso si, al menos, siguen vivos en la pelea por La Liga Santander, y todavía tienen opciones. Pero, anímicamente, la plantilla también está hundida, y ya no creen en sus opciones. De hecho, es que creen que pueden quedarse en blanco.

Un fracaso que sería histórico, y una humillación brutal, pues sería la segunda temporada consecutiva sin títulos. Pero la realidad es que, ahora mismo, solo tienen dos opciones: la primera es ganar todo lo que le queda en la competición doméstica, y esperar un ‘pinchazo’ del resto. Y la otra es la Copa del Rey, en la que se miden al Athletic Club de Bilbao este fin de semana. Gerard Piqué está convencido de que ese duelo servirá para recuperar sensaciones.

Tienen la oportunidad de vengarse de los vascos por lo ocurrido en la Supercopa de España, hace solo unos meses, y de reconquistar un trofeo que no ganan desde 2018. Antes, lo habían levantado de manera ininterrumpida desde 2015, pero perdieron la final ante el Valencia hace un par de años, y la última edición se la llevó la Real Sociedad. Precisamente, ese es uno de los factores en contra del equipo que dirige Marcelino García Toral: no pasan por un buen momento, tras perder en el derbi.

No obstante, ese no parece ser un argumento que sirva de nada a Jordi Alba, que salió muy enfadado tras la derrota con el conjunto al que entrena Zinedine Zidane. Y, como captaron las cámaras, estuvo charlando con Piqué, y dando por hecho que este fin de semana caerán otra vez. Unas palabras que no gustaron ni un pelo al central catalán, que no dudó en reprocharle su actitud, y en pedirle que cambie su mentalidad. De lo contrario, no conseguirán nada.

Ahora mismo, no necesitan a nadie que no aporte y que no ayude a levantar esto.

Más bien, al contrario.