Giro: Morata y Griezmann no gustan y Simeone se arrepiente del despido
El técnico porteño aún se acuerda del crack
El Atlético de Madrid ha arrancado la campaña generando algunas dudas que han desatado un estado de mucho nerviosismo en el seno rojiblanco, tal y como se pudo comprobar al término del encuentro ante al Villarreal celebrado el pasado domingo, un partido que el equipo perdió por 0-2 en el Cívitas Metropolitano. A pesar del apabullante triunfo frente al Getafe en el debut liguero, el equipo capitalino no está mostrando una imagen esperanzadora de cara a poder luchar por los títulos a los que aspira cada campaña el club y mucha culpa de ello tienen los hombres de ataque que están a disposición del ‘Cholo’, especialmente Álvaro Morata y Antoine Griezmann.
Parece que el compromiso frente al cuadro azulón solamente fue espejismo en el que no se refleja la realidad del vestuario ya que, contra equipos compactos y bien trabajados, el Atlético de Madrid tiene muchas dificultades para crear ocasiones de peligro. A pesar de la presencia de futbolistas como Morata, Griezmann o João Félix, el equipo parece -en muchos tramos- ser incapaz de armar una jugada de peligro que no sea a balón parado, algo que ha provocado que el técnico argentino ya se esté echando las manos a la cabeza tras ver cómo Luis Suárez no forma parte de sus filas.
Aunque el ariete uruguayo solamente ha estado en el club madrileño dos campañas, ha dejado una huella imborrable en el Metropolitano, especialmente por sus excepcionales registros goleadores en la 20/21. Sus actuaciones fueron especiales para permitir que el equipo levantara el título liguero en aquella temporada y, aunque en su segundo curso en Madrid perdió mucho protagonismo a las órdenes de Simeone, ahora el técnico sudamericano añora la marcha del charrúa, una marcha que él mismo cocinó a fuego lento brindándole una y otra vez un rol secundario en el último tramo del curso precedente.
Fruto de ello, la directiva rojiblanca no estimó pertinente ofrecerle una renovación que dudosamente el uruguayo hubiera aceptado, sobre todo por ese fin de etapa atlética tan manchado por sus innumerables suplencias en el equipo y, además, por terminar la temporada en blanco en títulos.
Ahora, ni Morata, ni Griezmann, ni ninguno de los efectivos de ataque con los que cuenta el ‘Cholo’ parece ser suficientemente confiable para ocupar la delantera del equipo, algo que ya tuvo consecuencias negativas en el último encuentro frente el Villarreal y que se prevé un problema demoledor durante el resto del año, si es que la directiva no lo remedia en los días que restan de mercado.