Habría lágrimas: Raphinha hace dudar a Laporta sobre la venta de un jugador muy querido
El rendimiento del brasileño impulsa esta decisión de la directiva
El Newcastle continúa fijando objetivos muy ambiciosos en la élite europea con la idea de realizar un gran desembolso el próximo verano y, si hace escasas semanas hicimos eco en Don Balón del interés de Mohamed bin Salmán, dueño del club, en hacerse con Raphinha, ahora es Ansu Fati el futbolista que ya mira a la puerta de salida del Camp Nou.
El rendimiento del brasileño está siendo mucho más gratificante que el del joven prodigio formado en La Masia y, aunque en los primeros meses Raphinha generó dudas sobre su valía para el proyecto liderado por Xavi, él mismo se ha encargado de disipar todas ellas y de mandar a su compañero a la rampa de salida.
A pesar de ser un jugador sumamente querido por el barcelonismo y de tener contrato hasta 2026 con la entidad culé, las dos graves lesiones de rodillas sufridas por el español han frenado en seco su proyección y por ese motivo Xavi ha eliminado su confianza en el futbolista de 20 años. Ansu solamente ha disputado 1280 minutos esta temporada, siendo el atacante con menos protagonismo en la campaña actual y el atacante con más papeletas para, con su venta, inyectar una buena suma de dinero en las arcas del club el próximo verano.
Cabe recordar que hace no mucho tiempo atrás el propio futbolista ratificó su deseo de triunfar con la vestimenta culé, algo que iba estrechamente ligado a permanecer en la plantilla blaugrana, pero la realidad es cada vez más cruel con Ansu Fati y el jugador ya ha comenzado a hacerse la idea de que, con Raphinha, Dembélé y Ferran Torres en el equipo, apenas tendrá opciones de recuperar un elevado grado de importancia.
Por ello, el ambicioso plan de Bin Salmán acerca de cerrar el fichaje del internacional con ‘La Roja’ podría ir acercándose a un hecho oficial ya que, a menos que Raphinha caiga lesionado, Fati seguirá ostentando un rol secundario nada gratificante para sus intereses, razón por la que el propio atacante podría empezar a ver con buenos ojos la idea de cambiar de aires, dejar el club de sus amores y protagonizar una despedida repleta de lágrimas en el Camp Nou.