Hansi Flick ya lo hizo en Alemania y lo repetiría en el Barça: en 2025, echaría al capitán culé

El cada vez más bajo rendimiento del meta germano ha puesto el foco en él

Hansi Flick ya lo hizo en Alemania y lo repetiría en el Barça: en 2025, echaría al capitán culé

Hace años que el nombre de Marc André Ter Stegen comienza a generar dudas dentro del entorno del FC Barcelona. El portero alemán ha ido bajando el nivel de forma paulatina con el paso de los años y de sus problemas de rodilla. Un bajón que, si bien se detuvo en la temporada 22/23, cuando fue clave en la liga de Xavi, ha vuelto a acentuarse en este comienzo de temporada bajo las órdenes de Hansi Flick, donde ha demostrado no ser uno de los mejores del mundo.

Uno de los requisitos para jugar en el Barça, siempre ha sido ser uno de los mejores en su posición, algo que, ahora mismo, salvo en el apartado del juego de pies, Ter Stegen ya no es. Y es que, tras lo visto en Champions ante el Mónaco, donde culpa suya fueron, tanto el error que provocó la expulsión de Eric García como el segundo tanto de los monegascos, se ha comenzado a generar un pequeño mar de dudas alrededor de un Ter Stegen al que Flick podría tener que repudiar como ya hizo con la selección de Alemania. 

Flick ya se lo cargó por Neuer y haría lo mismo en el Camp Nou

Como ya hemos comentado, en su breve paso por die Mannschaft, Hansi Flick ya sentó en el banquillo a Ter Stegen en favor, en ese momento de Manuel Neuer, una decisión que se podría repetir en el Camp Nou, pero en favor de otro portero que el técnico considere oportuno. Y es que, la realidad, lo único que salva a Ter Stegen de caer relegado al banquillo, es la ausencia de un recambio de plenas garantías, pues, sin dinero para fichar a un gran portero y con Arnau Tenas ya fuera de la órbita del club, no hay grandes recambios, por ahora, a disposición de Hansi Flick.

Stegen

Así pues, pese a que ahora no existen alternativas reales a Ter Stegen, la realidad es que el capitán culé tiene cada vez más dudas alrededor de su rendimiento. Y es que, la sensación de seguridad es cada vez menor cuando el alemán tiene que atajar un disparo rival o jugar con los pies, un arte en el que sigue siendo élite pero no tanto como años atrás.