Hasta Guardiola aplaude: Ancelotti rompe el sistema y sacrifica al crack de 100M, indestructible
La victoria holgada del Real Madrid en Montilivi ante el Girona afianza justo lo que quería el italiano
Conseguir dotar de seguridad al juego y la línea defensiva, llegar con peligro a campo contrario, tener velocidad de circulación y profundidad, todo eso deseaba lograr Carlo Ancelotti al romper con el rombo y de paso sacrificar al crack de los 100 millones en el campo del que era hasta la visita del Real Madrid el líder de LaLiga EA Sports, el Girona, y vaya sí lo logro: 3-0, desechado el sistema, apartado el elemento discordante y potenciación del veterano en la sala de máquinas y Aurélian Tchoaumeni. Todo a pedir de boca, que diría Guardiola, pero vayamos por partes.
El Real Madrid no solo venció en tierras del mejor equipo de la competición hasta el domingo, como eran los de Míchel, sino que convenció tanto interna como externamente. Y para ello Ancelotti rompió el rombo, colocó un nueve puro, un vértice claro, como fue Joselu, en su viejo esquema, el 4-4-2, al que acompañó con dos melodías acompasadas pero esta vez escalonadas: Bellingham y Vinicius, claramente por detrás. Sí, se cargó a Rodrygo, pero en verdad, aunque la tasación del brasileño había subido hasta los 100M esta temporada, sus números estaban siendo calamitosos. Por tanto, acierto. Y encima, Carletto, además de todo ello, dio seguridad y reforzó dos figuras clave: Kroos y Tchouameni.
Los blancos saltaron al campo sin Rodrygo pero con un dibujo más sólido, con menos fisuras, donde Vinicius campaba a sus anchas; después Bellingham y Valverde perfilaron en sus dos extremos la línea de creación junto a Kroos y Tchoaumeni pero como centrocampistas, no como interiores, y esa barrera le dio toda la potencia a los madrileños ante el Girona. E hizo colapsar a su adversario: el muro es firme. Es verdad que esta vez Camavinga hizo de lateral y habrá que buscarle hueco, pero su compatriota y el alemán, bien flanqueados, esta vez sí funcionaron juntos, y eso permite muchas variables con Modric, Ceballos y el mismo futbolista nacido hace 20 años en Cabinda.
En teoría, este centro del campo blanco es su gran baza y en Montilivi por fin se notó. Centímetros, músculo, amplio recorrido y despliegue, además de calidad, la línea de cuatro del centro del campo, sobre una misma altura, ahorra esfuerzos defensivos a un Vini que se dedica a martillear al rival, y encima lo hace con un punzón sobre él, un Joselu que ya justifica su fichaje con goles. Sencillo y contundente. El Madrid carbura y Ancelotti ha dado con la tecla, pese a dejar fuera de juego a Rodrygo; seguro que Guardiola, fiel defensor del italiano, se alegra deportivamente de su vuelta de tuerca… por ahora.