Historia de un fracaso: de ser el nuevo Messi a jugar en Japón

El jugador era la esperanza de La Masia pero la presión pudo con él

Historia de un fracaso: de ser el nuevo Messi a jugar en Japón

Hay historias de fracasos que se escriben con lágrimas. Otras se escriben con resignación. Con lo que pudo ser y no fue. En el Barcelona conocen muchas en los últimos años. Y es que Leo Messi ha dado al Barcelona algo que no se puede negar, ha hecho del equipo catalán uno de los mejores equipos del mundo, pero por lo contrario proporcionó a la afición y al entorno culé unas falsas esperanzas y expectativas sobre los jugadores que llegaban al primer equipo desde la cantera. La historia del ´Nuevo Messi` es la historia de muchos fracasos.

Desde Bojan Krkic, a Gio Dos Santos, pasando por Jeffrén Suárez. Todos estaban en el primer equipo cuando el Barcelona estaba comiéndose el mundo. Algunos, como el caso de Jeffrén, tuvieron mucho protagonismo. El venezolano llegó a marcar el quinto gol al Madrid en el primer clásico que enfrentó a Guardiola y a José Mourinho.

En aquel Barça los canteranos funcionaban a la perfección. Entendían el juego del equipo culé y no desentonaban. Incluso aportaban. Fue el caso de Isaac Cuenca. Muchos le llamaron, debido a sus habilidades, el `Nuevo Messi´. Otro más.

En su primer año, temporada 2011/2012 metió 4 goles con el primer equipo. Era un jugador muy utilizado por Guardiola en la rotación. En la segunda temporada unas lesiones en ambas rodillas le mantuvieron en el dique seco. Allí fue cedido al Ajax donde apenas pudo jugar por los problemas en sus rodillas.

En la siguiente temporada no jugó nada por su lesión. Luego encadenó cesiones en equipos de Primera. Deportivo y Granada. Pero su estrella se iba apagando. Se fue a Israel donde solo aguantó un año. De allí se fue a Japón. Jugó al lado de Fernando Torres esta temporada. Ahora le acaba de fichar un nuevo equipo, el Vegalta Sendai.

A sus 28 años ve como su carrera no era lo que esperaba. La presión por ser Messi le superó. Nadie puede ser como el argentino. Ansu Fati debe aprender de esta lección. Cada uno debe labrar su carrera, sin fijarse en el 10. Solo hay que admirarle, nunca imitarle. Es imposible.