Increíble giro de los acontecimientos entre Florentino y Zidane con Bale

La situación de Gareth Bale en el Real Madrid ha pasado por todo tipo de vicisitudes. Y no se piensen que no se ha ganado una renovación que para muchos es una cárcel para el Real Madrid. No, cuando el Expreso de Cardiff fue decisivo en las finales, tanto nacionales como europeas, el Madrid constató que había fichado al tipo de jugador que ganaba títulos. Y en honor a la verdad así ha sido. De ahí que estando todas las cartas sobre la mesa –es decir, Bale no se quiere ir, Zidane lo acepta y Florentino no lo puede vender-, las tres partes, jugador, míster y presidente, hayan pactado una nueva normalidad con el ex del Tottenham.

Pese a los rumores, Bale será uno de lo que no saldrán ni en esta ni en la próxima ventana de transferencias. El británico se queda en el Madrid. Y eso implica, le ha dicho Zinedine Zidane, aceptar un papel, en ocasiones, de gregario. Suya ha sido la banda derecha y en cierta medida, también lo ha hablado con Zizou, puede volver a serlo, pero ya no por decreto. Por su parte, Florentino, que observa la situación, celebra que la sangre no llegue al río.

A Zidane, como gestor de vestuario, le interesa que todos los integrantes del equipo estén contentos o al menos no a disgusto, de ahí que las circunstancias de Bale, que se relaciona con el resto de jugadores con normalidad y acepta cualquier rol asignado, varíen con respecto a las de James Rodríguez, más problemático en el seno del vestuario. ¿El resultado?, Bale se quedará y James Rodríguez saldrá.

El otro arreglo que han hecho las tres partes es que Bale estará siempre en forma, nunca buscará problemas ni a Zidane ni a ningún miembro del equipo y el Madrid le dejara cumplir su contrato, que expira en junio de 2022. Esa fecha es clave, ya que la ficha de Bale tiene que sufragar parte del fichaje y el salario de Kylian Mbappé, que está grabado a fuego en la mente de Florentino. Zidane, eso sí, le ha dicho al galés que un crack podría llegar en su posición esta temporada, procedente de Dortmund, y también debería aceptarlo.