Irrespirable para Ancelotti por Modric, Tchouameni y Camavinga: lío flagrante, de LaLiga a la UCL
El entrenador, pese a ser crítico con el juego y el rendimiento, pone contra la espada y la pared a varios jugadores
Es evidente -al menos en la mayor parte de los lances, así es- que al Real Madrid le ha sentado muy mal la eliminación de la Copa del Rey ante el Atlético de Madrid -el cual, además, le ha ganado por segunda vez esta temporada- como pudo verse en su pésima puesta de largo ante el Almería, que eso sí, solventó (3-2). Y de ello se deriva, como en una balanza, el resurgir más o menos ortodoxo del FC Barcelona, todo ello con el eco de la Champions ya resonando. Es decir, el Madrid da un paso atrás en juego, resultados en el peor momento, y encima, de puertas afuera, levanta al Barça, mientras que, en su propia casa, el míster ha abierto un percance crítico marcado por Luka Modric, Aurelian Tchouameni y Eduardo Camavinga.
Un once cargado de desmérito y una patata caliente
El once que planteó Ancelotti ante el Almería fue predecible en ciertos casos por aquello de los descansos, el problema es que todo lo malo que arrastró del encuentro en el Metropolitano se intensificó en el Bernabéu, y Modric, Tchouameni, Camavinga y, si apuran, Brahim están en el epicentro de esos males. Con el croata ya hay lío porque no disputó ni un minuto después de su pobrísima actuación en el derbi; es decir, merecido, sí, pero por ser quien es, una decisión que traerá cola. Con todo, mucho más flagrante es lo de los dos franceses, con un bonus track por el ex del Milan.
Tchouameni jugó de inicio dejando en el banquillo a Eduardo Camavinga cuando el Madrid no tiene partido intersemanal y el galo volvió a demostrar que sus características no le dan para sentar a su amigo y compatriota, pero ni de lejos, de ahí que parte del coliseo blanco y la opinión pública se preguntaran la razón de que uno esté por delante del otro. El ex del Mónaco es uno de los fichajes más caros de la historia del club y desde luego esa cifra invertida, 80M, cada día parece más desproporcionada. La meritocracia y la calidad exigen que sea Camavinga el titular, y eso es responsabilidad de Carletto. Luego está lo de Brahim, que cada vez que sale demuestra que merece más oportunidades, unas que el italiano le niega.
Pobrísima imagen
Si el cansancio, dicen algunos, fue clave en el duelo ante el club colchonero en los octavos de Copa del Rey, por el bien del Madrid, esperan sus aficionados, que algo de aquello quedara en las piernas de los futbolistas blancos en este último choque liguero, porque la presentación del Madrid en casa ante el colista desahuciado de la categoría, el cuadro andaluz, fue misérrimo, y ya se sabe, de nada sirve arrancar con fuerza en una temporada hasta enero si luego a la hora de la verdad se flaquea. El aviso ahí queda, como el que señala a los tres (cuatro) cracks citados.