Isco y Marcelo son los nuevos Bale y James Rodríguez de Zidane
El Real Madrid estalla contra ellos: ambos jugadores son señalados por la afición y el club y encima ahora pasa esto
Pese a la victoria en el Nou Camp en El Clásico y ante el eterno rival, el Barça, con una gran actuación del equipo, no todo son buenas noticias para Zinedine Zidane, de hecho esta parece que se le puede enquistar al estilo de la disputa que mantuvo la pasada temporada con James Rodríguez y durante las dos últimas con Gareth Bale. Solo que esta vez son dos jugadores, Isco Alarcón y Marcelo, que le deben mucho a Zizou y cuya caída están deseando muchos actores activos en el Real Madrid.
El problema principal con ambos es su pobre rendimiento, lo que unido al hecho de que cuando salen del once el equipo mejora, les hace estar señalados, y no tanto por Zinedine Zidane, que ya sabe para lo que puede y lo que no puede contar con ellos (son engranajes lentos y deben tener muchos apoyos al lado ya que juntos pueden desequilibrar al equipo), sino por el resto de protagonistas que interactúan o toman decisiones en el club de Concha Espina.
Y el primero son los aficionados, los cuales les han puesto la cruz desde hace tiempo y les quieren fuera del equipo. Pero también tienen importantes detractores en la zona noble del club, donde se tiene la percepción de haber errado al mantenerlos. Hasta el momento era el propio Zidane el que les protegía pese a no ser recompensada su confianza sobre el césped, pero el sábado el programa de Movistar + El Partizado desveló una conversación de Isco con Marcelo que les puede poner la puntilla incluso con su entrenador.
Y sin Zidane que filtre entre ellos y los leones, ambos están condenados. Dicho programa televisivo captaba una conversación del mediocentro con el lateral en la que aseguraba con, parece ser, sorna que: “si me tiene que meter, me mete en el 80”, refiriéndose a Zidane, con la correspondiente sonrisa del carioca. Podría ser un hecho menor, pero tras las crisis por las caídas ante Cádiz y Shakthar, precisamente con actuaciones pobres de ambos (Isco no jugó ante los ucranianos pero esta temporada no ha rendido a nivel; tampoco la pasada), esta insurrección puede haber herido a Zidane, que ya ha demostrado en el pasado que no tolera amotinamientos. James Rodríguez y Gareth Bale lo saben bien.