Joan Laporta apostó por él, pero fracasa como Kepa: el relevo de Ter Stegen se hunde en ‘can Barça’
El portero criado en la Masía no transmite seguridad en el conjunto blaugrana
Si el desastre defensivo de este año en el Barça no fuera poco, la lesión de Marc-André Ter Stegen acabó de poner el ‘más difícil todavía’ a la temporada de un Xavi Hernández que se ha visto obligado a encomendarse a Iñaki Peña, un portero que, pese a tener un futuro prometedor ha demostrado ser tan capaz como falto de experiencia en partidos de máxima exigencia. Y es que, como se vio en el partido ante el Real Madrid en Supercopa de España, el canterano todavía tiene aspectos a mejorar para estar al nivel de la portería del Fútbol Club Barcelona.
Falta de decisión y seguridad, la condena de Iñaki Peña
Cuando Joan Laporta y su directiva decidieron no renovar de forma automática a Arnau Tenas, se hizo evidente que la apuesta del club era Iñaki Peña, que llegaba tras una cesión al Galatasaray. En este sentido, con la salida de Tenas y la posterior lesión de Ter Stegen, la meta culé quedó en manos de un Iñaki Peña que, tras unos buenos primeros partidos acabó hundiéndose, como todos sus compañeros, en Riad.
Y es que, si hay algo que no se puede permitir un portero en el Barça, es quedarse pegado bajo los palos como si estuviera encadenado. Pese al riesgo que supone, en el conjunto blaugrana, el portero siempre debe estar pendiente de cualquier balón largo y estar listo para salir al corte y apoyar a la defensa a la hora de cubrir su espalda, hecho que no sucedió ante el Real Madrid, donde Peña dejó mucho que desear en cuanto a transmitir seguridad a los suyos.
Como con Kepa, apuesta con resultados dudosos
Si bien la situación del vasco en el Real Madrid es bastante más delicada que la de Peña en el Barça, la realidad es que ambos han sido incapaces de suplir con solvencia las bajas tanto de Courtois como de Ter Stegen, algo que seguro les pasará factura en el futuro. En el caso de Kepa, volviendo al Chelsea y con Peña regresando al banquillo después de no ser capaz de demostrar todo el talento que se le esperaba desde que salió de la Masía.