Joan Laporta consigue lo imposible: Víctor Font, traicionado

Da un golpe para las próximas elecciones

Joan Laporta consigue lo imposible: Víctor Font, traicionado

Xavi Hernández aseguró que solo regresaría al Barça bajo una serie de condiciones muy estrictas. Y, entre ellas, la que recalcaba y dejaba muy clara era que solo lo haría si Víctor Font, con el que tiene una muy buena relación, salía elegido como presidente. Algo que se sabrá a finales del mes de enero, momento en el que se celebran las elecciones, para ocupar el trono que dejó desierto Josep María Bartomeu con su dimisión, hace ya unas cuantas semanas.

Desde entonces, el que lo ocupa de manera provisional es Carles Tusquets. El de Terrassa se encuentra todavía a día de hoy en Catar, donde aterrizó en 2015, y donde se retiró hace un par de años. Pero sigue residiendo allí, pues es muy feliz, y está viviendo su primera experiencia como entrenador, en las filas del Al-Sadd. Aunque no puede negar que ya echa de menos su país natal, y que por sus planes pasa por regresar lo antes posible.

Xavi

Y eso es lo que ha aprovechado Joan Laporta, que se ha puesto en contacto con él, y ha logrado lo que parecía imposible. Porque el campeón del Mundial de Sudáfrica ha dado luz verde a la posibilidad de regresar al Camp Nou, para ser el técnico del primer equipo, y relevar a Ronald Koeman. Es decir, que en caso de que el abogado catalán salga elegido, él también regresaría al club de su vida y de sus amores. Todo un sueño para la afición.

De este modo, pues, ha traicionado a Font, que esperaba que Xavi le jurara lealtad, y se opusiera al resto de candidaturas. Sin embargo, la amistad que mantiene con el que fuera máximo mandatario culé entre 2003 y 2011 ha ocasionado que le dé la espalda. Porque también le ha prometido lo que pide: además de un proyecto estable, plena responsabilidad en la toma de decisión de la confección de la plantilla y el organigrama deportivo. Será la alternativa, pues, a Pep Guardiola.

Guardiola

Porque el entrenador del Manchester City era el gran bombazo de Laporta para convencer a los socios, pero es una opción que se ha esfumado.

Decidió renovar su contrato hace poco.