Joan Laporta inicia las conversaciones con una estrella española
Quiere cerrar su fichaje para el Barça
Mikel Merino al fin ha conseguido desplegar todo su potencial, y alcanzar el nivel que todos esperaban. Porque es el cerebro y una de las grandes estrellas de la Real Sociedad, un conjunto histórico, y que atraviesa un gran momento. Están compitiendo en la zona alta de La Liga Santander, actualmente son quintos, y lograron romper con su sequía de títulos, levantando la Copa del Rey hace apenas unas semanas. Y lo hicieron ganando al eterno rival en la final, el Athletic Club de Bilbao.
No solo eso, si no que también se ha asentado como uno de los hombres de confianza de Luis Enrique en la selección española, si bien no pudo estar en la última convocatoria. Pero, después de anunciarse que podrán ir hasta 26 jugadores a la Eurocopa, parece bastante claro que acudirá al torneo este verano. Y en los próximos meses también puede cambiar de aires, e iniciar una aventura en un conjunto de mayor prestigio.
En su día, ya lo intentó en el Borussia Dortmund, donde solamente duró un año, en el que pudo levantar la DFB Pokal. Pero la oportunidad le llegó siendo muy joven, y sin apenas experiencia, tras haber despuntado en el primer equipo de CA Osasuna, en La Liga SmartBank. Tras eso, tuvo otro paso fallido, en esta ocasión, en la Premier League, concretamente en las filas del Newcastle United. Y, después de eso, fue cuando decidió volver a España.
Merino ya ha sonado de nuevo para varias escuadras ‘top’, incluido el Real Madrid, pero ahora muchos le sitúan en la órbita del Barça. Al parecer, es uno de los objetivos de Joan Laporta de cara a reforzar la plantilla del año que viene, pues necesitan, sea como sea, a un organizador de juego. Perdieron a Arthur Melo, que se fue a la Juventus de Turín, y no hay otro crack capaz de asumir ese rol. El más parecido es Pedri González, pero juega más avanzado.
Mikel sería una opción muy a tener en cuenta, pero no será ni sencillo ni barato. Pedirían, como mínimo, 40 millones de euros.
No es poca cosa, desde luego.