Joan Laporta le falla al Camp Nou con una pérdida dramática: Gavi llora el adiós de su socio
Los blaugranas se guardan una opción de recompra que difícilmente serán capaces de ejercer
La economía blaugrana está pasando mucha factura al Barça y obliga a los blaugranas a aceptar operaciones que difícilmente tendrían luz verde en años anteriores, bien sea porque se está malvendiendo a un buen jugador, o bien porque se precipitan las ventas de jugadores llamados a ser importantes en el futuro de los blaugranas. En este sentido, el caso de Nico González tocará la fibra sensible de los mayores fans de la Masía, que pierden a un jugador Made in La Masía.
El Porto ha sido el que se ha llevado el gato al agua con el fichaje de Nico a cambio de 8,4 millones de euros, según la información de Sport. Además, el conjunto culé ha acordado una cláusula de recompra desorbitada por valor de 30 millones de euros, y que solamente podrán ejercer en los próximos dos años, algo que difícilmente sucederá.
Prometía tanto como Gavi y Laporta acepta su salida
Joan Laporta llegó a la presidencia del Barça con la idea de dotar de mayor importancia a la cantera culé, algo que parecía que se iba cumpliendo en sus primeros momentos de mandato. Sin embargo, ha sido en este mercado, cuando ha roto su promesa y ha vendido sin miramientos a un centrocampista de ADN Barça como lo es Nico y cuyo futuro podía haber sido el de cumplir el rol de sucesor de Busquets, algo que llevará a cabo un Oriol Romeu que tuvo que ser fichado.
Nico González llegó al primer equipo a la misma vez que Gavi y de la mano de un Ronald Koeman que vió en el canterano, unas cualidades que rara vez se combinan tan bien como en Nico. Un físico prodigioso con una capacidad técnica y agilidad propia de un interior pequeño como Pedri. Sin embargo, mientras que esa combinación lo hace un perfil realmente especial, su indefinición táctica entre el volante y el pivote le ha acabado jugando en su contra, ya que nunca se ha acabado de asentar en una demarcación.
Por su parte, Xavi tenía ciertas dudas respecto de si el jugador estaba listo para ser parte del primer equipo del Barça, ya que ni él ni su cuerpo técnico consideraban que fuera el recambio ideal de Busquets, precisamente por esa falta de conceptos tácticos que le ocasionó esa indefinición que lo ha acompañado a lo largo de su carrera y que ahora le ha costado la posibilidad de ser parte del Barça.