Joan Laporta presiona a Mino Raiola: galáctico tapado, hiela a Piqué

Dicen que las segundas partes nunca fueron buenas, pero esta máxima no se ajusta a la realidad si es otra la dirección y las circunstancias del nuevo proyecto; prueba de ello, por hacer el símil moderno, es la ‘Dune’ de Denis Villeneuve, una maravilla que nada tiene que ver con el desastre de David Lynch. Pues el Barça y Laporta buscan su segunda oportunidad con el culebrón abierto hace tiempo en la ciudad condal por Matthijs de Ligt, jugador en cartera de Mino Raiola; una que podría salir a pedir de boca.

El jugador de la Juventus de Turín nunca encajó en el futbol italiano. Desde el primer momento se vio que no le iba el estatismo italiano; tampoco se adecuó al papel de crack mundial que se le colgó desde el minuto uno. El fracaso, por así decirlo, ha sido importante y su progresión, que parecía meteórica, se ha estancado de forma abrupta. Pero todo eso puede cambiar con una filosofía de juego que le sea propicia; esa que bebe de una fuente común, la Naranja Mecánica de Rinus Mitchel, el arquitecto de la Holanda de Johan Cruyff y, por ende, del Barça nacido tras el ‘El Tulipán de Oro’.

Y este asunto ni es menor para el jugador bianconeri ni pasa desapercibido para Mino Raiola, como decimos su polémico agente; como tampoco lo hace que el mandatario culé esté muy interesado en activar esta posibilidad ahora que De Ligt ya no es un punto candente de actualidad. Decimos más, el jugador neerlandés de la Vecchia Signora estaría encantado de salir de la Serie A, reencontrarse en el Camp Nou con Frenkie de Jong -además de Memphis Depay, compañero de selección- y pasar a ser el káiser de un Barça que busca nuevos ídolos tras el erial dejado por Leo Messi.

A favor de la operación que quiere abrir Laporta está la excesiva veteranía y achaques de Gerard Piqué, que necesita un relevo de altura cuanto antes, y que el futbolista de la Juve y su entorno estarían encantados con abrir la ‘operación Barcelona’; en contra, el equipo italiano, el precio que pidan por el central y su cláusula de rescisión, completamente inasumible: 150 kilos. Su ficha es alta y su contrato no expira hasta 2024, por lo que el Barça y Raiola deberían buscar atajos con Massimiliano Allegri y sobre todo Andrea Agnelli, unos que a todas luces pasan por un intercambio; quiénes sean los elegidos en la plantilla blaugrana para hacer del deseo de Laporta una realidad es el siguiente capítulo que nos queda por descubrir, pero es esperanzador en clave blaugrana que ambos clubs ya saben negociar en estos términos (Pjanic-Arthur)