Joan Laporta quiere llegar al Barça con dos bombazos bajo el brazo

Joan Laporta es el gran aspirante a suceder a Josep María Bartomeu y ponerse al frente del Barça. A su favor, juega con la baza de que ya conoce bien la presión y tiene experiencia en el puesto, que ocupó durante varios años, antes de ser sustituido por Sandro Rosell. Y él fue el que tomó algunas de las decisiones clave que cambiarían la historia del club, bien en forma de fichajes, o de despidos. Y, sobretodo, apostando por Pep Guardiola.

En verano de 2008, decidió ascender al primer equipo al catalán, para cargarse a Frank Rijkaard, una decisión que pocos entendieron. No tenía experiencia en la élite como entrenador, solo como futbolista, y su bagaje era un buen papel en el filial, ascendiendo a Segunda División B. Pero no hace falta contar como acabaría la historia, creando el mejor equipo de todos los tiempos, que ganó el triplete esa misma temporada.

Y pueden repetir el experimente más de 12 años más tarde, aunque en situaciones diferentes. Porque ha pasado el tiempo para ambos, y las cosas han cambiado mucho. El de Santpedor ha tenido el placer de conocer otras competiciones, como la Bundesliga, dirigiendo al Bayern de Múnich, y la Premier League, al frente del Manchester City. Y de ahí puede ser despedido, ya que no está logrando los resultados que se esperaban últimamente.

Las puertas del Barça siempre estarán abiertas para él, y más, con Laporta de presidente. Junto a Pep, llegaría otra leyenda del club como Carles Puyol, que ya estuvo trabajando en la secretaría, junto a Andoni Zubizarreta, pero apenas duró unos meses, por culpa de su mala relación con la directiva. Ahora, puede volver, pero no para formar parte del organigrama técnico, si no del cuerpo de preparadores físicos. Viendo como está, a sus más de 40 años, le pega mucho.

Dos regresos de dos viejos conocidos que desatarían la euforia en el Camp Nou. Sin duda, motivos de peso para decantarse a la hora de a quien votar. Habrá que esperar hasta marzo, si todo va como está previsto, para conocer los resultados finales.

La espera se hará larga.