Joan Laporta trata de robarle un fichaje estrella a Florentino Pérez

Nicolo Barella está siendo otra de las sensaciones de la Eurocopa, pues es el cerebro y el motor de la selección de Italia. Está haciendo un gran campeonato, demostrando que se encuentra en un estado de forma sensacional, y es una de las grandes amenazas para la selección española mañana. Luis Enrique tendrá que encontrar la manera de parar a un futbolista que viene de hacer una temporada fantástica, y que reúne unas grandes cualidades.

Es inteligente, tiene visión de juego, llegada al área rival, clase, habilidad con el balón, una gran capacidad de trabajo y entrega… se lo pueden preguntar a Roberto Martínez, que le sufrió hace unos días, en la eliminación de la selección belga. Porque el crack del Inter de Milán fue uno de los más destacados del choque, anotando el primer gol, y estando presente en todas las partes del terreno de juego. Lógico que los mejores conjuntos del continente se lo rifen.

Ha sido uno de los grandes responsables en la consecución del título de Serie A para el combinado ‘neroazzurri’, y ha sido elegido como el centrocampista de la temporada. A sus 24 años, ya ha amortizado la apuesta que hicieron hace un par de años por él, pues pagaron la nada despreciable cantidad de 45 millones de euros al Cagliari Calcio. El problema es que la salida de Antonio Conte no le ha hecho ni pizca de gracia, y él también piensa en irse.

Además, los graves problemas económicos que atraviesan en el Giusseppe Meazza pueden provocar que se vean obligados a venderle. Barella tampoco acaba de creer en el proyecto que hay, y puede seguir los pasos de Achraf Hakimi, otra pieza clave que hará las maletas. Barça y Real Madrid ya están muy atentos a su situación, y no se lo pensarían si se pone a tiro. Sin ninguna duda, sería un fichaje galáctico, aunque tendrían que competir con los gigantes de la Premier League.

Florentino Pérez le consideraba el mejor sucesor posible para Luka Modric, pero a buen seguro que no contaba con la entrada de Joan Laporta en escena.

Todo ha cambiado de forma radical.