Josep María Bartomeu casi le ficha: el jugador que ahora es un fracaso

Justin Kluivert era una de las grandes promesas que había en el futbol mundial hasta hace no mucho tiempo. Asomó la cabeza en el primer equipo del Ajax de Ámsterdam siendo aún muy joven, y cuajó muy buenas actuaciones, lo que despertó el interés de varios conjuntos importantes. Entre ellos, el Barça, que no perdía de vista las evoluciones del hijo del mítico Patrick Kluivert, que pasó por el club a principios de siglo, dejando un buen recuerdo.

Además, ahora trabaja en labores de desarrollo y formación en La Masía. Por eso, el campeón de la Champions League en 1995, marcando el gol decisivo en la final, no dudó en recomendar a Josep María Bartomeu que le echara un ojo, y estudiara seriamente la posibilidad de hacerse con su fichaje. Y la realidad es que no estuvieron lejos de apostar por su llegada, pues le veían como una gran apuesta de futuro. Pero al final no se dio.

Fue la AS Roma, por orden de Monchi, la que se adelantó al resto, y pagó los casi 20 millones de euros que exigían para soltarle. El problema es que su adaptación a la Serie A no fue la esperada, y en los dos años que pasó allí apenas disfrutó de continuidad ni confianza. Como el propio internacional holandés ha reconocido públicamente, se equivocó, y tuvo demasiadas prisas por salir de la Eredivise. Lo mejor para su progresión hubiera sido quedarse en el Johan Cruyff Arena un tiempo más.

Este mercado estival, pidió marcharse, y se fue a préstamo a la Bundesliga, una competición ideal para los jóvenes talentos que buscan consolidarse. Kluivert se puso como ejemplo a Jadon Sancho, Ousmane Dembélé o Moussa Diaby, y se fue para allí, concretamente, a las filas del RB Leipzig. Pero tampoco está teniendo suerte, y apenas entra en los planes de Julian Nagelsmann, que tan solo le ha dejado jugar 469 minutos, divididos en 17 choques.

Dos goles lleva el extremo de 21 años, representado por Mino Raiola, y al que celebran no haber fichado en el Camp Nou. Visto lo visto, hubiera sido un fracaso.

En verano, deberá buscarse otra salida.