Koeman abre la llave del deseado por 22 kilos y el Barça estalla
El FC Barcelona tiene un serio problema
Vale que Memphis Depay fue una promesa que le hizo Josep Maria Bartomeu a Ronald Koeman cuando este último decidió fichar por el FC Barcelona, y claro que ni uno ni otro esperaban que en pleno mes de diciembre se hallara la institución sumida en una crisis económica y deportiva enorme, pero lo cierto es que Koeman ha logrado abrir la llave del deseado extremo neerlandés pero esta conlleva consecuencias que amenazan con hacer estallar al propio equipo culé.
A vueltas en el club con el sueldo brutal de Leo Messi, que le cuesta al Barcelona al año bastante más de 100 millones de euros, y pendientes de las pactadas rebajas salariales con el vestuario, que van a ascender a 122 millones de euros, que deberán ser compensados en un espacio de tiempo determinado, según el diario Marca en un máximo de tres años; parece que el posible y probable movimiento del Barcelona por el futbolista holandés del Olympique de Lyon puede hacer más mal que bien a un vestuario a un paso de explotar.
No es de recibo, piensan bastantes actores dentro del vestuario y siempre según fuentes consultadas afines a este, que se les pida apretarse el cinturón a los protagonistas sobre el césped por la deficitaria situación financiera del club y que a la vez se haga una oferta millonaria por un futbolista que muchos ni siquiera ven que pueda ayudar al equipo. Pero Koeman es inflexible y quiere al jugador de la Ligue 1 en enero.
Claro está que depende muy mucho no solo el futuro de Memphis Depay, que quiere jugar en el Barça, y del mismo Ronald Koeman, quién y en qué condiciones se siente en el palco del Camp Nou tras las elecciones. De hecho quien lo haga no tiene ni obligación de ratificar al míster ni mucho menos de cumplir con sus exigencias. Con todo, Koeman ha hecho los deberes y sabe que unos 22 kilos es la cifra que separa al internacional de la Naranja Mecánica del césped del coliseo blaugrana. Y va a presionar con ello. No parece un fichaje desproporcionado para el Barça en condiciones normales, pero ya sabemos que el club azulgrana no está precisamente en el mejor de los contextos ni en LaLiga ni en lo insitucional.