Koeman pone al Barça en su sitio y confirma algo que duele muchísimo
Los socios culés se han llevado las manos a la cabeza. Su mister no se corta un pelo
Cuando Josep María Bartomeu llamó a Ronald Koeman para proponerle el puesto de primer entrenador culé, allá por el mes de julio (lo hizo antes de producirse la hecatombe de Lisboa) sabía perfectamente lo que contrataría si este aceptaba. El técnico holandés no tiene pelos en la lengua, algo que ha venido demostrando desde que fue nombrado entrenador del club catalán, y hace apenas unas horas ha vuelto a decir lo que piensa sin ningún tipo de pudor.
Cuando Koeman, en plena rueda de prensa telemática previa al partido de LaLiga que enfrentará a culés y a bilbaínos, ha sido preguntado por los títulos, el de Zaandam ha sido muy claro: "Hoy en día el Barça no está para ganar muchas cosas. Hay que ser realistas de dónde venimos, de los cambios que hemos hecho…”. Esto ha caído como un jarro de agua fría en una afición que creía empezar a ver la luz al final del túnel.
Hace apenas dos semanas el Barça volvió a luchar por un título en toda una final como fue la de la Supercopa de España perdida, precisamente, contra el Athletic de Marcelino y parece haberse recuperado en LaLiga (está a tan solo tres puntos del Real Madrid) con buenos partidos realizados ante Granada y Elche. Por eso, justo cuando el aficionado azulgrana comenzaba a ilusionarse, ha llegado Koeman para darles un baño de realidad.
Los títulos aún están lejos y se debe ir con mucho cuidado si se quiere llegar a levantar algún trofeo en los próximos meses. De hecho, para Koeman sería hasta cierto punto lógico que estos no llegasen en el corto plazo, teniendo en cuenta el punto de partida (aquel fatídico 8-2 que le endosó el Bayern Munich el pasado mes de agosto) y las condiciones económicas y de desgobierno que está atravesando el conjunto barcelonés.
Serán varios los que acusarán a Ronald Koeman de falta de ambición y exigencia, pero nada más lejos de la realidad. El holandés sabe mejor que nadie que aún están lejos de alcanzar el nivel al que espera llegar cuando lleguen refuerzos y cuando la plantilla se haya hecho a su sistema de juego y no quiere que eso se olvide para no generar falsas esperanzas que pudieran dar al traste con su proyecto. Sabio Koeman una vez más.