¡Koeman se las tiene con Bartomeu! Y es por esto que ha pasado
Hay pelea y malestar en el Barça
El Barça ha cerrado un mercado de fichajes, cuanto menos, decepcionante. Porque han perdido a varios jugadores importantes, que apenas han dejado dinero en las arcas. Se trata de Ivan Rakitic, por ejemplo, ahora en el Sevilla de Julen Lopetegui, Luis Suárez, vendido al Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone, o Arturo Vidal, al Inter de Milán de Antonio Conte. Y lo peor es que no ha llegado prácticamente nadie para cubrir sus ausencias.
Miralem Pjanic aterrizó a través de un intercambio por Arthur Melo con la Juventus de Turín, en el que no se sabe quien sale ganando. Y el resto han sido fichajes sin demasiado relumbrón, como Sergiño Dest, del Ajax de Ámsterdam, o Pedri González, Francisco Trincao y Philippe Coutinho, que han vuelto de sus cesiones. Pero los grandes objetivos de cara a este mercado, que eran Eric García y Memphis Depay, se han escapado.
Se intentó hasta el último momento, y eran las dos únicas peticiones de Ronald Koeman, pero no se pudo concretar. Especialmente doloroso es el caso del crack del Olympique de Lyon, por el que se ha estado negociando durante semanas, sin llegar a un acuerdo, debido a la falta de recursos económicos. Ahora, tendrán que tirar para adelante sin un delantero centro puro, siendo Martin Braithwaite lo más parecido en estos momentos.
Y eso no es todo, pues Josep María Bartomeu también tenía la tarea de encontrar acomodo para varios descartes del técnico holandés. El primero era Samuel Umtiti, al que ve completamente acabado, y con el que esperaba sacar bastante dinero, ya que tiene un gran cartel, sobretodo, en la Premier League. Pero el internacional galo se negó a marcharse del Barça, y no hubo quien pudiera convencerle en absoluto. Habrá que comérselo con patatas.
El otro es Ousmane Dembélé, al que ha atacado en público, reprochándole su poco compromiso a la hora de defender. También hubo conversaciones con el Manchester United, que finalmente no llegaron a buen puerto. Parece lógico y normal que el que fuera entrenador de Everton o Southampton tenga un mosqueo de libro.
Razones hay de sobra.