Koeman se lo ha exigido a este crack culé y no a Griezmann ni Dembélé

La resaca de la primera jornada de la Liga de Campeones apenas dejará respiro para los mejores clubes de Europa, ya que algunos de ellos encaran el próximo compromiso de la competición doméstica de manera casi decisiva. Tras la contundente victoria en su estreno europeo, el FC Barcelona afronta el partido de liga contra el Real Madrid con la moral por las nubes tras un comienzo de temporada bastante dubitativo. Todo lo contrario que el conjunto de Zidane, que se juega la cabeza en el ‘Clásico’ tras la debacle ante el Shakhtar.

En lo que concierne al entramado blaugrana, Koeman ha recuperado, aunque sea provisionalmente, la idea de juego que transmitió en su época como seleccionador holandés, pero tiene un grave problema: Leo Messi no está calando bien en los planes del técnico.

El astro argentino ha comenzado la temporada algo renqueante y ha perdido el protagonismo que ha asumido tan colosalmente en las últimas temporadas. Por una parte, está bien que no sea la única baza del equipo en la parcela ofensiva, pero su marcada inoperancia puede terminar lastrando los planes del club de cara a hacerse con la victoria en los compromisos más decisivos del curso.

Con la llegada del envite frente a los blancos, Koeman se encomienda a Messi para tratar de doblegar a un mermado equipo de Zidane. No obstante, el argentino no ha dado señas en los últimos encuentros de ser la pieza tan diferencial de la que ha presumido el Barça tantos años. Además de eso, otros grandes jugadores de la plantilla culé como Ousmane Dembélé o Antoine Griezmann están también muy por debajo de lo que se espera de ellos, pero el técnico flamenco sabe de sobra que los objetivos blaugranas pasan porque el argentino recupere la confianza y su efectividad en el juego.

Afrontando su última campaña como futbolista del club que tantos éxitos le ha dado, Messi también desea poder recobrar su versión más letal para poder guiar al equipo a la consecución de los objetivos. Unos objetivos que a día de hoy se vislumbran prácticamente inalcanzables dadas las sensaciones de sus mejores jugadores. Por ello, el argentino tratará de recuperar el tono ante su víctima preferida, un Real Madrid que llega hecho pedazos y destrozado tras las últimas y dolorosas derrotas que han dejado muy tocada, anímicamente, a la plantilla.