Kroos quiere salir. Modric ha parado su renovación. Zidane no mueve un dedo
Ambos jugadores se han sorprendido del trato de Zidane. ¡Antes eran sus niños mimados!
Este tiempo de parón va a servir para que muchos equipos comiencen a preparar la nueva temporada. Dentro de la incertidumbre que existe con el futuro de las competiciones de esta temporada, los clubes no pierden el tiempo. Trabajan en esas renovaciones que parecían estancadas o comienzan a tener contacto, siempre telefónico, con agentes de jugadores que interesan. ¿Se imaginan como debe de estar estos días el teléfono de Mino Raiola o Jorge Mendes? En el Madrid el problema para Zidane está en el medio del campo. Han alcanzado su límite.
Se trata de Toni Kroos y Luka Modric. Otrora imprescindibles para Zidane, se han convertido esta temporada en actores secundarios en muchas ocasiones. Lo de Kroos sorprende más pero el último mes de competición demostró que su relación con Zidane estaba afectada. Desde el club quisieron mediar, pero ambas partes dijeron que estaban bien. No lo parece.
Kroos fue suplente y no jugó ni un minuto, incompresiblemente, contra el Manchester City. Contra el Betis fue sustituido, fue el primer cambio. Ya hay rumores en Alemania sobre su continuidad. “Si Zidane sigue Kroos se irá”, se dice en el país bávaro. No es la primera vez que una relación personal con el francés afecta a un jugador. Podríamos hablar de Ceballos, Marcos Llorente, Bale…
Por su parte Luka Modric ve claro que cada vez tendrá menos protagonismo. Este año ya es el cuarto o quinto, si está Isco, centrocampista para Zidane. Fede Valverde le ha adelantado por la derecha y siente como la confianza en él ha disminuido. Se quiere marchar a un grande y probar otra liga. Acaba contrato y el Inter de Milán sigue más que interesado en él.
Dos situaciones que el Madrid quería arreglar, pero que de momento solo va a generar más problemas. Zidane no mueve un dedo por ellos. Pogba está en el horizonte, pero el francés dice ahora que no le importaría renovar con el Manchester United… ¡cómo cambia el cuento!