La bomba de las elecciones del Barça no es Mbappé: está en el City

El Clásico ha hecho mella en el vestuario del FC Barcelona, ya que por más que exista rabia por un penalti riguroso -pero pitable con el reglamento en la mano- los jugadores reconocen que el Madrid fue por momentos muy superior y desde luego gozó de más oportunidades. Todo el mundo les daba como favoritos y una vez más, en una gran cita, volvieron a fallar; en parte porque Leo Messi va a menos y su gran déficit siempre ha sido el liderazgo, del que carece. Por eso solo una personalidad arrolladora puede salvarles… y las elecciones y los problemas del Manchester City pueden ser la solución.

Evidentemente la relación es obvia por lo que una tremenda bomba crece ya en Can Barça, una que puede ser la solución a todos los problemas azulgranas. Bartomeu, Messi, resultados, expectativas, descontento… todo podría borrarse de un plumazo si el Manchester City se queda sin su entrenador, Pep Guardiola, y este regresa a primera plana del Barça como gran promesa electoral. No será fácil, pero ahora podrían encajar las piezas.

Es cierto que el cuadro skyblue ha empezado la temporada renqueante, eliminado de la FA Cup, con una dura derrota en la Premier League y con solo 8 puntos en cinco partidos (eso sí, superó al Oporto en Champions League, 3-1), pero no es tanto por los resultados como por la sensación de desgaste por lo que Pep Guardiola empieza a estar en el disparadero de la escuadra citizen, lo cual vuelve a situarle en la esfera del Barça. Guardiola nunca volvería a la Cuidad Condal con Bartomeu al frente del club, puede que nunca vuelva al Barça al fin y al cabo, pero sin el presidente, todo puede pasar.

Y ya empieza a sonar tanto el sustituto de Guardiola en el City como la opción de volver a ver al de Sampedor en el Barça: sería la gran promesa electoral de una candidatura. En este sentido, colocan al entrenador del RB Leipzig, Julian Nagelsmann, en la agenda del jeque del Etihad Stadium ante el posible plante de Guardiola o un hipotético despido acordado por las dos partes. En Manchester ya no se profesa con tanta devoción la filosofía del Pep y sus detractores, así como sus malos resultados, crecen. Y encima Guardiola no asegura su continuidad para la 21/22. Sin embargo, con el míster catalán en el Camp Nou no habría más que certezas: Bartomeu estaría fuera, Messi se quedaría, la afición volvería a creer… Parece que la bomba no era Kylian Mbappé sino Pep.