La búsqueda del nuevo Diego Costa acaba con Morata y el Girona lo advierte: 40M o nada para Simeone

La búsqueda del nuevo Diego Costa acaba con Morata y el Girona lo advierte: 40M o nada para Simeone

En el conjunto colchonero necesitan incorporar a un delantero centro de plenas garantías

Pese a haber acusado una falta sangrante de solidez defensiva, jamás vista en la etapa de Simeone como entrenador del Atlético de Madrid, el conjunto rojiblanco también ha venido acusando una paulatina y cada vez más complicada de superar, falta de capacidad goleadora y resolutiva. Un problema que se ha atribuido a Álvaro Morata, que tiene los días contados en el Civitas Metropolitano, donde ya sueñan con el fichaje de Artem Dovbyk.

Dovbyk

El delantero ucraniano es el perfil ideal para lo que busca Diego Simeone, un delantero fuerte, capaz en el juego aéreo y con gran capacidad de sacrificio. Es decir una versión similar de lo que fue en su momento, Diego Costa y que representó la etapa dorada del Atlético de Madrid

Sin embargo, a diferencia de lo que pasó con un Diego Costa que llegó a un precio irrisorio, Dovbyk se presenta como una de las sensaciones de la pasada temporada y con un valor de mercado realmente alto. Tan es así que desde el Girona dejaron claro que el precio de Dovbyk eran los 40 millones que marcaba su cláusula de rescisión. Así lo afirmó el director deportivo del Girona, Quique Cárcel, en el Diari de Girona.

Cifras que invitan a soñar con top mundial

Si bien es cierto que el cartel de Dovbyk todavía está lejos del que puedan tener cracks como Osimhen, Lautaro Martínez u otros grandes goleadores, la realidad es que sus cifras no son para nada desdeñables. Pues, el ucraniano ha sumado un total de 25 goles y 10 asistencias en los 41 partidos que ha jugado esta temporada. Cifras más que buenas para el crack revelación del año en LaLiga.

Así pues, Diego Simeone ya sabe el precio del relevo ideal de Álvaro Morata. Un Artem Dovbyk que, pese a presentarse como el fichaje ideal para el Atlético de Madrid, tiene un precio de 40 millones que complica cualquier posible movimiento, dada la complicada economía de los colchoneros.