La decisión más difícil de Laporta desde que fue nombrado presidente
Los mensajes ha sido contradictorios porque ni el el club tienen claro que es lo más acertado
El asunto no es baladí. Y es precisamente por ello y porque el Barcelona sabe de lo decisivo de esta decisión que aún no se ha tomado una definitiva. Que Ousmane Dembélé termina contrato en junio de 2022 no se le escapa ya a nadie que siga la actualidad deportiva. Ahora bien, el paso a seguir con el internacional francés no está nada claro.
Por un lado está la dura realidad: el Fútbol Club Barcelona invirtió por el veloz extremo 135 millones en el verano de 2017 y esto pesa y mucho a la hora de tomar la decisión. Si el conjunto catalán decide no renovar al galo, renunciará a recuperar al menos una parte de aquella inversión histórica en los próximos años. Es por ello que tanto Xavi como Laporta han lanzado mensajes positivos hacia el jugador y su futuro si se queda en Can Barça.
Ahora bien, para que la renovación sea viable el francés deberá firmar con un sueldo que esté acorde a la nueva situación del Barça, y es ahí donde empiezan a surgir los problemas. Tanto Dembélé como su agente ven su parte de la película, esa en la que Ousmane es uno de los jugadores más cotizados del mercado y como tal piden un sueldo en consonancia.
Pero Laporta, que no es nuevo en esto, sabe que si la renovación de Dembélé se cierra con un aumento de sueldo su posterior venta sería completamente inviable, ya que salvo que se terminasen las lesiones y su rendimiento fuese el esperado durante un largo periodo de tiempo, su venta sería un imposible y el Barcelona lo que habría hecho sería dilatar en el tiempo un contrato que ya no puede afrontar.
Es por ello que los comunicados en torno al ‘mosquito’ y a los futuros fichajes del club son tan contradictorios. Se quiere a Dembélé por más años pero no a cualquier precio y si este no acepta las condiciones presentadas (sueldo contenido hasta que haya recuperación económica e incluso en concordancia con los partidos que juegue) su salida tendrá lugar en junio para dejar paso a nuevas incorporaciones que levanten un proyecto deportivo actualmente por los suelos.
Laporta y su junta están ante la decisión más complicada de su mandato, más incluso que la de Leo Messi: Dembélé si y tratar de recuperar lo invertido hace ya 4 años y medio o Dembélé no y mirar definitivamente a un nuevo horizonte rompiendo con el pasado por completo.