La enésima victoria de Florentino Pérez a Joan Laporta: Espai Barça
Las diferencias de los costes totales de las obras son tan grandes que asustan
El fútbol del siglo XXI se juega en estadios modernos, casi del futuro: techos retráctiles, calefacción en el césped, videomarcadores 360º, tecnología puntera que hace de los partidos experiencias nunca antes vistas ni vividas. Sin embargo no son tantos los equipos que disponen de esas instalaciones, aunque ya con la tercera década entrada del siglo, si los más importantes y reconocidos.
Todos excepto dos: el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona. Por un lado está el equipo blanco, que si bien es cierto que llega algo tarde al estreno del nuevo campo (lo hará a finales de 2022) lo llevará a cabo con una inversión tal que su estadio estará a la vanguardia de todos los nuevos estadios deportivos. Su uso será tan variado que generará unos ingresos elevados y constantes al club, lo que provocará que tarde poco en recuperar la inversión realizada: unos 750 millones de euros.
Y ahí es donde está la segunda gran diferencia (la primera son los tiempos) con el proyecto del Barcelona, el Espai Barça. El club ahora presidido por Joan Laporta (fue Bartomeu el presidente bajo el que se inició este proyecto hace ya más de 7 años) necesita la aprobación de sus socios el próximo domingo día 19 para poder invertir hasta 1500 millones de euros. Es decir, el nuevo templo culé costará exactamente el doble que el Bernabéu y además llegará, en el mejor de los casos, tres años después, pues se espera que el estadio esté finalizado para finales de 2025.
No es la única diferencia entre las gestiones de Real Madrid y Fútbol Club Barcelona en los últimos tiempos, pero sirve precisamente para darse cuenta de la enorme brecha que existe entre un equipo y otro. Y es que para cuando el Espai Barça se quiera inaugurar el Real Madrid ya habrá costeado su obra al completo, mientras que Laporta y los que el releven en el cargo tendrán entonces que comenzar a pagar un proyecto que se ha dilatado mucho más de lo deseado en el tiempo y que ha supuesto la concesión de un crédito a 35 años.