Laporta deja muy claras sus intenciones con el despido de su mister
Los cambios en el FC Barcelona son muy inesperados y de mucho peso
Nadie parecía esperar lo que ha ocurrido en las oficinas del Camp Nou durante la jornada de ayer viernes. La purga que ha tenido lugar en menos de 24 horas ha sido de las que quedan grabadas en la memoria del socio. Para empezar, el entrenador del Barcelona B, Javier García Pimienta, que venía trabajando por y para el club azulgrana desde el año 2001, recibía la comunicación de su despido en la mañana del viernes.
La sorpresa del ya ex técnico culé ha sido mayúscula porque, en teoría, Joan Laporta había ratificado al mister una temporada más debido al gran trabajo realizado en los dos últimos años con el filial del club, al que ha logrado llevar, ambas temporadas, a disputar los play-off de ascenso a la categoría de plata. Aunque, eso sí, en ninguno de los dos intentos ha conseguido consumar dicho ascenso. Por ello el Barça B comenzará la próxima temporada en la 1º División RFEF y lo hará sin García Pimienta, al que algunas quinielas colocaron como candidato a sustituir a Ronald Koeman al frente de la primera plantilla. Del todo a la nada en cuestión de días.
Pero es que ahí no se ha quedado la cosa. Si García Pimienta era notificado a media mañana que su periodo en el club había llegado a su fin, un poquito antes habían caído Álex García (jefe de observadores), Aureli Altamira y Jordi Roura (ejecutivos encargados del fútbol base). Todos ellos dicen adiós a un club que busca, con estos despidos, reducir el personal encargado de estas secciones unificando departamentos y reagrupando funciones para reducir los costes de personal y mejorar la eficacia.
Lo sorprendente es que la escabechina no se ha quedado aquí, y ha afectado también a un ex futbolista como es Guillermo Amor, quien hasta ahora ejercía la función de Director de Relaciones Institucionales y Deportivas del equipo catalán. El que ha sido portavoz del club durante los últimos años, dice así adiós también a esta etapa en la que sobre todo se le recordará por aquellas sinceras declaraciones en las que reconoció que había habido contactos entre el club al que representaba y Griezmann, cuando este aún tenía contrato en vigor con el Atlético de Madrid.
Joan Laporta quiere tener poco o nada que ver con la etapa Josep María Bartomeu y para ello la limpia tiene que ser intensa, como lo ha sido el viernes. Han rodado cabezas pero aún podría caer alguna más. Tiempo al tiempo.