Laporta trabaja en la sombra para conseguir el fichaje de la década

Joan Laporta no pierde el tiempo, y no desperdicia la más mínima oportunidad de reforzar la plantilla. Pero, claro está, sin quitar un ojo a la delicada situación económica que atraviesan, y a las opciones de futuro que se presentan. Y ahora, ha cobrado fuerza la posibilidad de hacer un fichaje galáctico, que a día de hoy es casi imposible, pero que, pensando en el próximo verano, se antoja como muy factible. Y hace tiempo que es un sueño del Barça.

Porque Josep María Bartomeu ya probó suerte tentando a Joshua Kimmich, pero fue completamente imposible. En ese momento, ni el futbolista quería cambiar de aires, ni el Bayern de Múnich estaba por la labor de dejar ir a una de sus grandes estrellas. No obstante, ahora todo ha cambiado, comenzando por el internacional alemán, que ya no ve con tan malos ojos iniciar una aventura en otro lugar. Está harto de la Bundesliga, y le pica la curiosidad de conocer otras competiciones.

Cree que ha cumplido un ciclo en el Allianz Arena, donde ha ganado absolutamente todos los títulos posibles, y que lo mejor para seguir con su carrera es marcharse. No hace falta decir que el conjunto bávaro no quiere perder a uno de los grandes ídolos de la afición, y al futuro capitán del equipo, pero poco más pueden hacer. Ya le han ofrecido la renovación en diversas ocasiones, pero ha seguido el ejemplo de David Alaba, Leon Goretzka, Kingsley Coman y Robert Lewandowski, y ha declinado las propuestas.

Teniendo en cuenta que su vinculación finaliza en 2023, muy pronto se pueden ver obligados a deshacerse de él. Por el momento, pueden permitirse el lujo de retenerle durante otra campaña más, pero, el año que viene, si las cosas no han cambiado, tendrán que comenzar a negociar, y a un precio asumible. En el Camp Nou le tienen señalado como objetivo prioritario, y le consideran un fichaje galáctico. Un relevo de garantías para Sergio Busquets.

Pero es que, además, Kimmich también puede actuar en posiciones más avanzadas, como interior, e incluso, como lateral derecho, gracias a su polivalencia y a su inteligencia.

Aunque su rol ideal es como pivote defensivo.