Laporta ultima un regreso triunfal para librarse por fin de Jordi Alba
El jugador pasó pro La Masía antes de poner rumbo al Benfica
El lateral izquierdo del FC Barcelona es una de las posiciones del ‘11’ de Xavi Hernández que más dolores de cabeza están produciendo en la presente campaña y, aunque el eje defensivo esta más que afianzado con la presencia de Araújo y Koundé, el técnico sigue teniendo dudas en el mencionado sector.
A pesar de contar con tres alternativas para cubrir esa posición, Jordi Alba, Marcos Alonso y Alejandro Balde, solo este último está dejando prestaciones lo suficientemente convincentes como para tener garantizado un hueco en la futura plantilla que estará a disposición de Xavi en la 23/24.
Y es aquí donde Joan Laporta quiere intervenir cuanto antes con una solución en el mercado, Alejandro Grimaldo. El futbolista del Benfica es un viejo conocido de la parroquia culé ya que formó parte de La Masía durante varias campañas durante su formación y ahora, ya asentado en la élite europea, se ha convertido en la principal prioridad del club para reforzar el lateral izquierdo el próximo verano.
En todo esto, aparte de haber rendido el jugador valenciano a un nivel muy destacado durante los últimos cursos en Lisboa, influye mucho su situación contractual: Grimaldo finaliza contrato con el conjunto portugués el próximo 30 de junio y podría llegar gratis a la Ciudad Condal en un regreso más que deseado por las altas esferas de la entidad.
Dada su situación en este apartado, el jugador ya tiene libertad para negociar su futuro profesional con el club que desee y esta predisposición de Laporta a hacer de nuevo hueco al lateral en el Barça podría ir esclareciendo un culebrón que viene dando que hablar desde el verano pasado.
El elevado salario de Jordi Alba y las prestaciones tan poco convincentes mostradas por el jugador durante la última temporada y lo celebrado de la presente sitúan al capitán culé en la rampa de salida del club, un deseo de la directiva incentivado, en primer lugar, por el aspecto económico, y, en segunda instancia, por la necesidad de cubrir el lateral con dos piezas que sean del agrado de Xavi, quien ya ha mostrado últimamente cierto descontento tanto con Alba como con Alonso.
Por si fuera poco, el madrileño también acaba contrato en junio, por lo esta doble salida para dar paso a Grimaldo podría catalogarse como una jugada maestra del presidente.